El Código Contravencional se puede convertir en ley mañana en Diputados y eso depende del trabajo de negociación del oficialismo para sumar dos voluntades para alcanzar el quórum y la mayoría simple que le dé sanción definitiva a la norma.
Los esfuerzos de Cambia Mendoza están puestos en conseguir el quórum de la sesión y para ello, tiene que asegurarse que Guillermo Pereyra del Frente Renovador se siente en su banca el miércoles.
El diputado se mostró enigmático cuando se le consultó: "He pedido cambios sustanciales en el Código porque no puedo ir en contra de mis principios gremiales y peronistas y de eso dependerá que acompañe o no. El miércoles se verá".
En la mañana de ayer en la comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales se firmó el despacho que será tratado mañana, con la mayoría oficialista.
Según confirmó el presidente de LAC Jorge Albarracín, se incorporaron modificaciones sugeridas por Niven y Pereyra. E insistió: "Le hemos sacado despacho para tratarla el miércoles".
Por su parte, Pereyra aseguró que no fue notificado de los cambios en la iniciativa y como no es parte LAC no tuvo espacio para discutir su postura.
Si Mario Vadillo del Partido Intransigente sigue de vacaciones -tiene fecha de regreso para el 18 de setiembre pero fuentes cercanas aseguraron que adelantaría el retorno para participar de la sesión-, solamente necesitan 24 votos para que el código presentado por Cornejo sea ley.
Ese número estaría asegurado: a los 19 de la UCR, los 3 del Pro y 1 de Unión Popular, se sumó el del demócrata Marcos Niven. El diputado aseguró que acompañará en general después de recibir el mandato de su partido.
Falta saber si Cambia Mendoza tiene quórum.
Puntos conflictivos
Pereyra comentó que hay artículos que no son claros y otros en los que no comparte la postura ideológica. "No se especifica la figura de un defensor oficial para los infractores y tampoco dice el lugar de arresto. No se sabe si la persona va a ir a la cárcel, a un calabozo o una prisión especial", dijo el ex titular del Centro de Empleados de Comercio.
Entre los artículos que busca modificar Pereyra está el 43 que habla de la negación de informes sobre la identidad personal. "Es totalmente inconstitucional, va contra la libertad personal", expresó. En cuanto al artículo 46 -que sanciona a las personas que ofendan a un funcionario público- Pereyra indicó que cree que es importante resguardar a los docentes y a los policías en funciones, pero que no se puede dar más inmunidad a los funcionarios.
Otra de las partes del texto que observó fue la que corresponde a la venta de objetos aptos para agredir. “Se tendría que prohibir hasta una degustación de vino en la calle porque ahí venden copas de vidrio”, ejemplificó.
Recurso del PJ
En la sesión de la semana pasada, el PJ denunció que se votó la preferencia del Código Contravencional de forma irregular. “Pedimos un cuarto intermedio para debatir como bloque y cuando nos estábamos parando Parés puso a votación dos mociones y las dio por aprobadas. Nunca verificó el quórum ni llamó a los diputados a sus bancas”, explico la jefa del bloque del PJ, Carina Segovia. Ahora planea pedir la nulidad de esas mociones y así estirar los tiempos siete días más.
“Quieren aprobar el código de forma exprés y falta de voluntad de diálogo. El oficialismo no está abierto a modificaciones y sin diálogo no hay consenso posible”, dijo de plano.
Escenarios
Entre los rumores de la vuelta de Vadillo y la incertidumbre del oficialismo de lograr quórum el miércoles se espera una sesión “picante”. Hay varias fotos que se pueden dar mañana:
-Si Vadillo sigue de vacaciones y entran todos los diputados al recinto, el oficialismo alcanza la mayoría simple. Es ley.
-Si Vadillo vuelve, hay quórum. El presidente de la Cámara, Néstor Parés (UCR) vota a favor y como su voto es doble, es ley.
-Todo el arco opositor (Partido Justicialista, Unidad Ciudadana, Juan Domingo Perón, FIT, Eva Perón, Partido Intransigente) más Guillermo Pereyra deciden no dar quórum. No se trata el proyecto y se repite un escenario similar al de la sesión trunca de la ampliación de la Corte, en la que el mismo Cornejo mandó a cajonear el proyecto.