Sentir y tener el abdomen inflamado suele ser algo incómodo y puede estar asociado a diversas causas, la más común suele ser una mala alimentación que produzca gases y digestión lenta, la otra es el embarazo (más evidente) y la tercera es la ascitis, una acumulación de líquidos en la zona abdominal.
Ante cualquier anormalidad en la dimensión del abdomen se debe consultar a un profesional de la salud con urgencia, ya que un diagnóstico tardío de la ascitis podría devenir en serias complicaciones.