El 6 de abril de 1986 es una fecha inolvidable para el hincha de River porque, más allá de las Copas ganadas, se acreditó un Superclásico por 2-0 imborrable en la memoria. El equipo millonario dio la vuelta olímpica en la Bombonera frente al equipo conducido por Mario Zanabria y Norberto Alonso convirtió los dos goles, uno con la llamativa pelota naranja.
"El recuerdo es el mismo de siempre. De todo lo que se vivió ese día, del coraje de todo el equipo por dar la vuelta, de mis dos goles y de la pelota naranja... Fue algo muy especial, que quedó para siempre", expresó el Beto, la estrella de aquella tarde, en diálogo con Clarín, mientras realiza la cuarentena? en su casa de Belgrano.
"Y es lindo recordarlo sobre todo en esta época en la que tenemos que estar todos en casa y unidos, por lo que estamos atravesando en la sociedad", agregó emocionado uno de los ídolos del club de Núñez.
River, a través de su cuenta oficial de Twitter, por supuesto celebró un nuevo aniversario del gol con la pelota naranja.
"Un día como hoy... La leyenda del Beto y uno de sus capítulos más gloriosos", reza el mensaje publicado con el hashtag #ElBetoYLaNaranja y el video del gol.
El equipo dirigido por Héctor Veira se había consagrado campeón tres fechas atrás frente a Vélez ?en el Monumental y cinco antes de que terminara el campeonato.
¿Por qué la pelota naranja?
En la semana previa, Hugo Gatti había pasado por una conocida marca que en aquel entonces sponsoreaba al equipo y eligió una pelota de ese color. Y según explicó el propio ex arquero de Boca (quien hoy se recupera en Madrid de coronavirus) le hizo acordar a aquel partido entre la Unión Soviética 0-Argentina 1 jugado en Kiev bajo la nieve.
"La cancha va a estar llena de papelitos blancos y la pelota no se va a ver", fue la gran excusa.
El Beto Alonso, ante esta decisión, expresó al equipo: 'Juguemos con la pelota que juguemos, la va a ir a buscar adentro igual...".
La pelota naranja en el campo duró 30 minutos cuando River ganaba 1-0. Y para el segundo, volvieron a la blanca y faltando 7 minutos (un jugador menos porque expulsaron a Alejandro Montenegro) Alonso cerró la cuenta en 2-0. La cábala no resultó. E incluso, el ‘Beto’ cumplió con lo propuesto.
"Ese día, Dios dijo: 'Beto, te toca a vos' y metí los dos goles. Fue una tarde feliz y muy especial para mí. Pero más que nada para los hinchas de River", rememoró el goleador de River.
"Había llegado un telegrama al club desde Presidencia de la Nación (el presidente era Raúl Alfonsín) pidiendo que no diéramos la vuelta olímpica en la cancha de Boca. Hugo Santilli -presidente del club de entonces- nos avisó. Entonces hicimos una reunión en la habitación de Ruggeri y como mis compañeros tenían unos huevos impresionantes, decidimos unánimemente que la vuelta la íbamos a dar. Yo le transmití a Santilli: 'Hugo, a mí me sacan muerto, pero la vuelta la voy a dar'. Todos estuvieron de acuerdo. Ese plantel iba al frente. Y Santilli tuvo que aceptarlo'", recordó.
Y siguió el relato del Beto: "Cuando llegamos a la cancha, apenas entramos con el micro nos tiraron una barra de hielo que pegó en el techo. Nos querían meter miedo... Apenas salimos del túnel empezamos a dar la vuelta. Recuerdo que los alcanzapelotas no eran los pibes de las Inferiores. Me parece que eran de la hinchada... Yo corría y me iba peleando e insultando con ellos. Nos tiraron de todo: botellas, candados, encendedores, piedras... Un proyectil impactó en un fotógrafo y lo desmayó. Pero la vuelta la dimos", contó.