Comenzaron las clases en Mendoza y, con ello, también algunos inconvenientes. Desde hace ya algunos años, miles de jóvenes festejan lo que se llama el U.P.D.: el último primer día de clases antes de terminar el secundario. Pero, para evitar los excesos de alcohol, la provincia realizó una serie de medidas de prevención y castigo con el objeto de desalentar los festejos.
Respecto de este último punto, 22 alumnos del colegio San Vicente de Paul, de San Martín, fueron hallados consumiendo bebidas alcohólicas en un salón de fiestas y ahora sus padres deberán pagar multas que pueden alcanzar los 70.000 pesos (hasta 4.000 UF según fija el artículo 86 ya que se trata de una violación al Código Contravencional) en caso de que el juez de Faltas lo determine.
Además, el responsable del salón en donde se estaba realizando la fiesta también fue sancionado por infracción al artículo 87 del mismo Código. Si bien argumentó que no se vendían allí bebidas alcohólicas, tampoco hizo nada para evitar que los chicos consumieran en el lugar.
Según informó Nestor Majul, subsecretario de Relaciones Institucionales del Ministerio de Seguridad, en este último caso las multas son mucho más graves ya que, según el artículo en que se enmaca el delito, se estipulan hasta 205.000 pesos ( 12.000 UF).
El hecho
La fiesta multada ocurrió en la madrugada de ayer mientras los estudiantes celebraban en un salón de fiestas de San Martín. Es que, como ya es popular el U.P.D., se habían dispuesto controles en todo Mendoza por parte de la Policía, los inspectores municipales de cada departamento y los encargados de Diversión Nocturna de la provincia. Así, mientras realizaban sus tareas en la noche del martes y en la madrugada de ayer, descubrieron a un grupo de chicos alcoholizándose en una fiesta.
Uno de los responsables de dicho operativo, informó que se ordenó cesar con el festejo de inmediato cuando se percataron de que muchos de los allí presentes se encontraban en estado de ebriedad.
Fueron en total 31 alumnos del mencionado colegio a los que llevaron a la comisaría 12 "no en calidad de detenidos, sino por la obligación que tenemos de salvaguardar su integridad física y moral", señaló una fuente. Una vez allí, se les realizaron los controles de alcoholemia correspondientes y el resultado fue positivo en 22 de ellos.
Majul añadió que, si el juez establece que los jóvenes deben realizar trabajo comunitario, tendrán que hacerlo en la órbita del programa de Diversión Nocturna y, por lo tanto, deberán realizar tareas de promoción o control a la salida de los locales bailables.
Control familiar
El pasado fin de semana la Dirección General de Escuelas lanzó un programa de prevención, poniendo el foco en la importancia que tiene el control de este tipo de actividades desde la casa de cada uno de los estudiantes.
En ese sentido, el director General de Escuelas, José Thomas, señaló: "Pensamos que es bueno que los chicos festejen y se diviertan pero la algarabía, si se encuentra unida a no estar en condiciones óptimas de aprendizaje, conlleva un mensaje que la comunidad educativa no les debería dar a los chicos".
Propuesta distinta
Estudiantes, directivos y referentes del colegio San Luis Gonzaga, de Ciudad, realizaron un "Último Primer Día" con una propuesta diferente. Lejos de desalentar los festejos, decidieron darle otro enfoque. "Un par de padres nos comprometimos y el colegio acompañó, con el centro de estudiantes a la cabeza, y les hicieron una propuesta distinta: el colegio prestó el campo de deportes y un grupo de madres organizó el desayuno y almuerzo y pasaron un día diferente, sin alcohol", contó Adriana Abdala, madre de uno de los estudiantes.
De todas maneras, agregó que “hubo un grupo de unos 30 o 40 chicos que a la noche se juntaron en un salón en Rodeo de la Cruz, pero la mayoría pasaron juntos su UPD en el colegio”.
Abdala aseguró que la intención fue demostrar que los límites los pusieron todos y que, si acompañan a los chicos con compromiso, juntos pueden disfrutar su UPD sin necesidad de tomar alcohol ni causar problemas.
El director de la escuela, Alejandro Fuentes, explicó que desde hace un unos cinco años se vienen desarrollando en la institución la cultura del encuentro frente a la del consumo de todo tipo. "Proponemos varias cosas: viajes de egresados desde el colegio, o la cena de la familia y no la cena de egresados comercial. Y este año se nos ocurrió hacer el UPD, es decir, ofrecerles a los chicos un primer día diferente organizado por el colegio. Se lo tomaron muy bien, tuvimos un presentismo del 90%, 80 alumnos presentes", contó el directivo.
Si bien reconocen que no es una solución, al menos es un primer paso que fue posible gracias a la participación de ex alumnos y madres. "Sin ellos no podríamos haberlo hecho. Los recursos económicos fueron prorrateados y el recurso humano fue importante para llevar adelante las actividades", señaló.
