La intensificación de los combates en el este de Ucrania provocó 30 muertos en las últimas 24 horas, después del fracaso este fin de semana de las negociaciones para un alto al fuego.
Al menos 17 civiles murieron, según informaciones de ayer de Kiev y de los rebeldes, mientras que el ejército de Ucrania informó durante la jornada que 13 soldados perdieron la vida y 20 resultaron heridos.
Desde hace varios días el ejército ucraniano intenta repeler a los separatistas que intentan ocupar la ciudad de Debaltseve, que les daría acceso a un nudo ferroviario estratégico para conectar las repúblicas rebeldes de Donetsk y Lugansk.
El sábado las conversaciones en Minsk entre los separatistas prorrusos y Kiev para lograr un alto al fuego cerraron sin ningún acuerdo que permitiera distender el conflicto, que ha provocado más de 5.000 muertos desde abril.
“El proceso de paz está en peligro”, dijo el consejero diplomático de la presidencia ucraniana, Valeri Tchaly, en Facebook.
En los últimos días fueron evacuadas cerca de 1.000 personas de Debaltseve, un ciudad de unos 25.000 habitantes ubicada en el este del país, informó la policía local, que dijo que la localidad estaba sin electricidad, agua ni calefacción.
“La gente huye porque los bombardeos no cesan”, dijo el comandante de la policía local, Yevgen Lukhaniv, y advirtió que las fuerzas ucranianas no cederían sus posiciones y que se quedarían “hasta el final”. Varios medios ucranianos comparan la batalla que se libra en Debaltseve a la situación que vivió la localidad de Ilovaisk en agosto, cuando las tropas ucranianas quedaron atrapadas y 108 soldados murieron.
La Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) acusó ayer a los rebeldes de transgredir los acuerdos de paz firmados en Minsk en setiembre.