Ucrania denunció hoy un ultimátum de Rusia para retirarse de Crimea, mientras Europa se moviliza para evitar la escalada de las tensiones en la región, que provocó la caída de los mercados.
Moscú, que afianzaba hoy su control sobre Crimea, desmintió haber lanzado ese ultimátum a las fuerzas de Ucrania.
"Es un disparate total", indicó un representante de la flota rusa en el Mar Negro, con base en Crimea, después de que un portavoz del ministerio de Defensa de Ucrania afirmara que las fuerzas rusas habían lanzado un ultimátum para rendirse en las próximas horas.
En Moscú el presidente de la Duma, la cámara baja del parlamento (Duma), Serguei Naryshkin, consideró que una intervención del ejército ruso en Ucrania no "era necesaria por el momento".
A pesar de ello, las bolsas de todo el mundo registraron bajadas importantes mientras subían los precios del petróleo y del oro ante la posibilidad del que sería el mayor conflicto entre Rusia y Occidente, que apoya a Ucrania, desde la caída del muro de Berlín en 1989.
La península de Crimea, un lugar clave de la flota rusa desde el siglo XVIII, está desde el sábado ocupada de facto por comandos armados con apoyo de Moscú, que izaron la bandera rusa en los edificios oficiales e impiden que las tropas ucranianas salgan de sus cuarteles.
Según dijo un portavoz del ministerio de Defensa ucraniano, Rusia habría dado un ultimátum a las tropas del país.
"El ultimátum pide reconocer las nuevas autoridades de Crimea, deponer nuestras armas e irnos o prepararnos para un asalto", dijo Vladyslav Seleznyov en Simferopol, la capital de Crimea.
El sábado los senadores rusos dieron el visto bueno al presidente Vladimir Putin par intervenir en esta exrepública soviética.
Las autoridades ucranianas acusan a Rusia de continuar mandando tropas de forma masiva a Ucrania, donde en las últimas 24 horas aterrizaron diez helicópteros de combate y ocho aviones de transporte.
La situación en Crimea sigue siendo tensa aunque de momento no se han registrado enfrentamientos. Varios puntos estratégicos, entre ellos bases militares, aeropuertos o edificios militares, están bloqueados por hombres armados, que llevan uniformes sin distintivo pero que son muy probablemente soldados rusos.
Frente a la escalada de tensión, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon pidió que se garantice "la independencia, la unidad y la integridad territorial de Ucrania" y pidió a Rusia que se "abstenga de cualquier acto que pueda llevar a una nueva escalada".
En Washington, el presidente Barack Obama dijo que Rusia ha violado la soberanía ucraniana y la ley internacional y dijo que Estados Unidos "está examinando una seria de pasos -económicos, diplomáticos- que aislarían a Rusia".
En Bruselas, la Unión Europea anuncio una cumbre extraordinaria para el jueves para "frenar la escalada" de tensión mientras que la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, se reunirá el martes en Madrid con el ministro de Relaciones Exteriores ruso Serguei Lavrov.
También el martes la Otan celebrará una nueva reunión sobre la situación en Ucrania a petición de Polonia, que considera que su seguridad está amenazada.
Soldados en Crimea
Desde el sábado, Rusia desplegó 6.000 soldados de refuerzo en Crimea, según el ministerio de Defensa ucraniano, lo que le da el "control operativo" de la península, indicó el gobierno de Estados Unidos.
Este lunes la bases militares ucranianas en la zona estaban rodeadas por soldados no identificados que actuaban en nombre de las autoridades prorrusas, según el ministerio ucraniano.
En Donetsk, en el este del país, una zona rusófona y bastión del presidente derrocado Viktor Yanukovich, unos 300 manifestantes prorrusos asaltaron el lunes la administración regional.
En Kiev, el ministro de Relaciones Exteriores británico, William Hague, calificó la situación en Ucrania de "la mayor crisis en Europa en el siglo XXI" y advirtió a Moscú de los "costos significativos" de sus acciones.
Por su parte el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió a Rusia que repliegue sus fuerzas en Ucrania y llamó a un "diálogo con el gobierno ucraniano". El martes el secretario de Estado norteamericano John Kerry estará en Kiev.
En los mercados rusos, el pánico se apoderó de los inversores, que temen que una intervención militar en Ucrania ahuyente a las inversiones extranjeras, cruciales para reactivar la debilitada economía de Rusia.
La bolsa de Moscú, que retrocedió más del 13% en sesión, cerró con fuertes caídas: los dos índices de la plaza financiera moscovita, el Micex y el RTS, terminaron respectivamente con bajas de 10,79% y 12,01%.
En Ginebra, el ministro ruso de Relaciones Exteriores Serge Lavrov denunció las amenazas de "sanciones" y "boicots" y justificó la acción de Rusia en Ucrania porque los ultranacionalistas amenazan "la vida y los intereses regionales de los rusos y de la población que habla ruso".
El domingo, los dirigentes de los países más industrializados ya anunciaron la suspensión de los contactos previos a la cumbre del G8 prevista en la ciudad rusa de Sochi en junio.
Ucrania acusa a Rusia de lanzarle un ultimátum
Las autoridades ucranianas acusan a Rusia de continuar mandando tropas de forma masiva a su país. Barack Obama dijo que Rusia ha violado la soberanía de Ucrania y la ley internacional
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