Los cañones enmudecerán, las armas pesadas serán retiradas del frente y Ucrania permitirá una autonomía amplia en el Este de la nación para retomar control de sus fronteras con Rusia hacia fines de este año, todo ello si se cumple un acuerdo de paz forjado ayer tras una reunión maratónica de 16 horas entre los presidentes de Ucrania, Rusia, Francia y Alemania.
Sin embargo, el acuerdo contiene numerosas disposiciones que podrían descarrilarlo. Al anunciar el plan, Ucrania y Rusia disintieron en lo que habían convenido exactamente, incluso sobre la situación de una ciudad de importancia estratégica cercada por los rebeldes pro rusos.
El presidente ruso Vladimir Putin dijo a la prensa que el acuerdo dispone un cese de fuego a partir de pasado mañana, domingo 15, a las 22 GMT (19 de Argentina), como también un estatus especial para las regiones separatistas y disposiciones para discutir las preocupaciones fronterizas y cuestiones humanitarias.
Por su parte, el presidente ucraniano Petro Poroshenko dijo que no había ningún acuerdo sobre autonomía ni federalización para el oriente de Ucrania, una demanda de larga data de Rusia, que quiere mantener su influencia sobre Ucrania e impedirle que ingrese en la OTAN.
El acuerdo requiere que el Parlamento ucraniano conceda amplios poderes a las regiones orientales como condición para restablecer el pleno control de Ucrania sobre las zonas fronterizas con Rusia, requisito que seguramente suscitará un acalorado debate en Kiev.
Reinaba la incertidumbre incluso hasta sobre el mismo cese el fuego, ya que Putin admitió que él y Poroshenko disentían sobre la situación de la ciudad de Debaltsevo, en poder del gobierno central.
“Ahora tenemos un atisbo de esperanza”', comentó la canciller federal alemana Angela Merkel, quien medió en las conversaciones en Minsk, capital de Bielorrusia, junto con el presidente francés Francois Hollande.
"Deben tomarse las medidas concretas y todavía enfrentamos obstáculos grandes; pero, en perspectiva, puedo decir que lo que hemos logrado permite abrigar significativamente más esperanzas que si no hubiésemos conseguido nada”'.
Más de 5.300 personas han muerto desde abril en la lucha en el Este de Ucrania entre las fuerzas del gobierno y los separatistas apoyados por Rusia. La lucha continuaba ayer mientras los cuatro líderes debatían una solución.
El nuevo acuerdo dispone una zona de amortiguación creada mediante el repliegue de la artillería pesada y los sistemas de cohetes de 50 a 140 kilómetros (31 a 87 millas) del frente de batalla, dependiendo de su calibre. El retiro debe comenzar a más tardar al segundo día después de la aplicación del cese de fuego y debería completarse en dos semanas.
En un triunfo para Ucrania, las regiones rebeldes, que hace pocos meses celebraron sus propias elecciones consideradas nulas por Ucrania y Occidente, están obligadas a votar nuevamente bajo los términos de las leyes ucranianas.
Pero en una concesión clave para Rusia, el acuerdo dispone que el restablecimiento del control ucraniano sobre la frontera con Rusia en las áreas controladas por los rebeldes se completará para fines del 2015 con la condición de que Ucrania implemente una reforma constitucional que otorgue amplios poderes a las regiones orientales, incluso el derecho a establecer su propia fuerza policial y comerciar libremente con Rusia.
“No fue la mejor noche de mi vida, pero creo que la mañana es positiva porque hemos podido coincidir en los temas principales pese a todas las dificultades de las negociaciones”, dijo Putin a los periodistas.
Hollande dijo que él y Merkel se comprometieron a contribuir a la verificación del proceso de cese de fuego en Ucrania y consideraron que el acuerdo era “un alivio para Europa”.
Un acuerdo anterior, firmado en setiembre, fracasó cuando tanto las fuerzas del gobierno ucraniano como los rebeldes respaldados por Rusia intentaron tomar el control de más territorio.