La reunión entre el oficialismo y la UCR para acercar posiciones en torno al tema del endeudamiento no fue fructífera y el asunto deberá ser resuelto ahora por la Suprema Corte de Justicia.
Al encuentro, realizado en el tercer piso de Casa de Gobierno, asistieron, por el oficialismo, el vicegobernador Carlos Ciurca; el ministro de Trabajo, Justicia y Gobierno, Rodolfo Lafalla; el presidente provisional del Senado, Eduardo Bauzá y el presidente de Diputados, Rodolfo Tanús. Mientras, el equipo radical se conformó con el presidente partidario, Sergio Pinto; el titular de bloque de diputados, Néstor Parés; el diputado Víctor Scatareggia y los senadores Gerardo del Río y Sergio Moralejo.
“Desafortunadamente no hubo acuerdo”, lanzó Pinto finalizada la reunión, al tiempo que reforzó la postura radical de no aceptar ningún endeudamiento, porque “Mendoza no lo necesita”.
Pinto además señaló que su partido “no entiende cuál es el objetivo de endeudarse”, y aludió a algunos puntos que marcan complicaciones en la administración, como el “creciente aumento del gasto” y “la falta de concreciones” en obras.
Del lado oficialista el vocero fue Ciurca quien, tras corroborar el fracaso, lamentó la falta de voluntad radical para tomar deuda. “Propusimos las condiciones de crédito pero ellos ratificaron su negativa”, dijo el vicegobernador.
Previamente a esa cumbre oficialista y opositora, hubo una reunión “técnica” en la que el titular de Hacienda, Marcelo Costa, expuso los números de la provincia y confirmó la intención de avanzar con la búsqueda de crédito, ahora pensando en el mercado interno. “Existe una reconducción presupuestaria votada y esperamos que no se ponga en riesgo el funcionamiento del Estado”, advirtió Ciurca sobre la situación que ahora deberán responder los jueces de la Suprema Corte.
En tanto, el diputado radical Martín Kerchner, que participó en la reunión previa, cuestionó con dureza la actitud del Gobierno. “Hay un capricho con este tema”, señaló, para agregar que tomar deuda en el mercado interno “implicará pagar tasas superiores al 30%, lo cual seguirá estrangulando al Estado”.
Tras el fracaso conciliatorio, mañana la Suprema Corte tendrá la palabra. Las alternativas son que acepte el pedido radical de frenar la reconducción (y el endeudamiento); que no haga lugar a la solicitud o que decida tomarse su tiempo para resolverlo. Si esto ocurre, el Gobierno seguirá teniendo manos libres para tomar deuda, más allá de las quejas radicales.