La confusa y caótica definición del Turismo Carretera en el autódromo de La Plata dejó algunos interrogantes respecto del final de la carrera del último domingo y algunas decisiones de los comisarios deportivos que tuvieron injerencia en el desenlace de la competencia y en definiciones posteriores.
¿Faltaron más vueltas de velocidad tras el último relanzamiento? ¿Por qué Mariano Werner sólo fue apercibido por el golpe a Matías Rossi?
¿Por qué se desestimó la denuncia del Donto Racing para que los 23 autos que terminaron delante de Rossi fueran revisados por la técnica de la ACTC?
Hasta el propio Rossi pensó que aún quedaba una o dos vueltas más de velocidad. Sin embargo, explicaron la situación: “Debimos neutralizar la competencia por el aceite que había en pista. Una vez solucionado el inconveniente en la vuelta 25 se reanuda y la 26 es a velocidad plena.
En cuanto al tiempo, faltaban 10 minutos para llegar al límite y el reglamento dice que hay un máximo de tres vueltas con pace car y, al realizar un giro a velocidad plena, ya se puede bajar la bandera a cuadros. En definitiva es lo que hicimos y después de hablarlo con Rossi en el camión, él también entendió bien la determinación”.
Sobre la polémica maniobra, dijeron: “Se mantuvo el mismo criterio que durante el año. Si un piloto perjudica a otro pero ambos terminan con misma cantidad de vueltas y el perjudicado termina por delante corresponde apercibimiento. Esto no quita que, por el informe, Werner sea llamado por la CAF. Luego, el Tribunal de Disciplina determina si corresponde o no una sanción”.
“No sería lógico denunciar a 20 autos; es perjudicial para la categoría. Además, ya 5 estaban desarmados”. Así, el pedido del Donto se declaró “improcedente por dicho motivo”.