La comunidad de Tupungato tiene una deuda menos que saldar con el grupo de su población que sufre alguna discapacidad. Sucede que el miércoles, con un espectáculo musical protagonizado por los chicos de la escuela especial Nadal de Portillo, quedó inaugurada en el lugar la primera sala de psicomotricidad que tiene este departamento.
Lo positivo no sólo radica en las historias de superación que se tejerán entre esas cuatro paredes en el futuro. Vale -también- el hecho de que hayan sido los vecinos, instituciones sociales y empresarios los que se propusieron este objetivo hace cinco años y lo lograron a fuerza de trabajo y de sumar voluntades.
Los 80 alumnos de este colegio agradecieron el gesto con una enorme sonrisa y la acompañaron con bailes y canciones de las buenas. Es que, hasta hoy, no tenían un sitio donde realizar ejercicios para desarrollar funciones neurológicas a partir de lo físico o lo motriz. No lo tenía Tupungato, pues ninguna institución pública -tampoco en el sector privado- brindaba este servicio fundamental para niños y adultos con discapacidad.
En realidad, los principales gestores fueron los miembros del Club de Leones del departamento. Ellos encararon este proyecto hace cinco años y, en el camino, involucraron a vecinos y empresarios solidarios.
“Estamos felices por llegar a concretarlo. Hubo algunas complicaciones que demoraron la obra, pero el año pasado tomó un nuevo empuje y hoy podemos estar cortando las cintas. Éste es el resultado del trabajo de muchas personas solidarias”, expresó Sergio Juri, actual presidente local del Club de Leones, quien comentó que hicieron eventos en los que se juntó dinero y ladrillos.
“Ahora tenemos que equipar la sala”, soltó con notable entusiasmo la directora de la escuela especial, Adriana Díaz. La profesora destacó lo fundamental que es la estimulación psicomotriz para tener buenos resultados en el desarrollo integral de los niños. “El desarrollo físico va de la mano del neurológico; está todo encadenado”, señaló.
La nueva sala -que recibió el nombre del ‘león’ tupungatino Jorge Juri- fue construida en el mismo predio de la escuela Nadal de Portillo y cuenta con una superficie de 100 metros cuadrados. La idea es que sirva para estimulación temprana en bebés hasta edades más avanzadas.
Ahora que la obra esté concluida, el equipo docente comenzará a gestionar el equipamiento para poder utilizar estas instalaciones a la brevedad. “La sala también debe contar con un profesional capacitado en psicomotricidad. “Tendrá mucha tarea, porque hace tiempo que esperamos este servicio”, indicó la directora.
Por su parte, el intendente de Tupungato, Joaquín Rodríguez, dijo que éste es un gran avance para este sector de la sociedad, que requiere de una asistencia especial. También destacó el compromiso de los ‘leones’ y de todos los empleados municipales que se involucraron en el proyecto, pues la comuna aportó la mano de obra y el trabajo de técnicos y arquitectos.