El milagro se gestó en la intimidad de los hogares, entre mate y mate en encuentros de amigas, en el empeño de estudiantes del secundario por reunir retazos de lana, en talleres de terapia ocupacional para mujeres, en el aula de un jardincito con las madres dando el mejor ejemplo de solidaridad a sus hijos. El resultado fueron pilas y pilas de cuadrados tejidos en muchos colores.
Esas mismas 'manos mágicas' fueron las que unieron las piezas de lana el pasado fin de semana en un gran 'tejetón' comunitario en Tupungato. Gracias a ellas y el cariño que fueron cruzando entre lanas y agujas, decenas de bebés y niños tendrán un abrigo más para hacer frente al crudo invierno que vive esta región.
"Brindemos calor" fue la consigna de una campaña, que arrancó a inicios de mayo y buscó confeccionar colchas y mantas artesanales para los niños más desfavorecidos de Tupungato. La iniciativa partió del Área de Niñez, Adolescencia y Familia del municipio y enseguida comenzó a recibir adhesiones; como la del taller terapéutico Manos Creativas y de la asociación civil EnREDando.
"Es un tiempo hermoso el invertido en esta tarea. Me emociona ver que todas las personas podemos unirnos para ayudar, cuando nos lo proponemos", comentó Dorita Romero, mientras acomodaba las piezas del rompecabezas de lana que comenzaría a unir. La mujer coordina el taller Manos Creativas y asegura que la actividad también les sirvió para aprender nuevos puntos y técnicas de tejido.
El 'tejetón' se convirtió en una gran celebración de la solidaridad. Con el sol de la siesta, los cuadraditos (de 20 por 20 centímetros era la consigna) comenzaron a apilarse en el salón del hotel Turismo Tupungato. Entonces, el correr de agujas, lanas y tijeras se amenizó con las rondas de charlas, mates, sopaipillas y bizcochuelos compartidos.
Las voces del coro de la escuela Artística 5-018 de Tupungato 'pagaron' como saben hacerlo tanta generosidad. Un balet local sumó al encuentro el color de las danzas folclóricas, mientras un grupo de niños armaba castillo con rastri y las mantas -recién confeccionadas y envueltas para regalo- iban formando una colorida torre sobre una mesa.
La producción resultó numerosa y ya comenzó a ser distribuida. "Las mantas llegarán a las familias que más lo necesitan. Ya existe una lista armada, según las necesidades que recibimos en la dirección de Desarrollo Social", comentó Rosana Battistoni, coordinadora del Área de Niñez, Adolescencia y Familia de la comuna, quien agregó que las sobrantes serán donadas al hospital General Las Heras.
Gabriela García es maestra de la sala Roja (turno tarde) del jardín exclusivo Sol de Tupungato. Tenía que abordar el tema de los valores y pensó en invitar a las mamás a compartir este gesto solidario. "Fue una gran experiencia. Las mamás están entusiasmadas y quieren seguir con este tipo de acciones solidarias”.
La abuela María Guidone no pudo asistir, pero envió los cuadraditos hechos en casa. Las que no sabían tejer -como las chicas de 4to 6ta de la escuela Sarmiento- se encargaron de recolectar curso por curso bolsas de retazos de lana.
