Basta que llueva un poco en la zona de montaña en época estival, para que la ruta provincial 86 -que es la que vincula Tupungato con la ciudad de Mendoza por Los Cerrillos- quede totalmente inhabilitada.
La falta de un puente sobre el arroyo Anchayuyo obliga a tupungatinos y visitantes a quedar varados por horas en los cerros hasta que disminuya la creciente y, cuando esto no ocurre, directamente tener que desandar unos cuarenta kilómetros hasta Ugarteche, en Luján, para reanudar el viaje al departamento por el camino de Zapata.
"No puede ser que un camino tan transitado debido al turismo y el desarrollo económico de la zona quede bloqueado cuando caen unas gotas", se quejaba Roberto T., un productor agrario del lugar, mientras llamaba a su familia para avisar que llegaría unas horas más tarde de lo habitual. Esto sucedió hace unas semanas, cuando una fuerte precipitación en el área cordillerana le prohibió el paso a una importante hilera de vehículos.
El reclamo lleva años sin tener eco. Ante la ausencia de esta necesaria obra pública, es la gente de Defensa Civil la que debió aceitar un programa para tales situaciones. "Tenemos agentes que nos avisan que en 40 ó 50 minutos va a bajar creciente. Entonces, nos apostamos en el lugar para alertar a los conductores y evitar accidentes", apuntó Roberto Avogadro, coordinador del organismo en Tupungato.
Lo cierto es que a veces la ignorancia y otras la imprudencia no han permitido evitar que autos y personas fueran arrastrados por las aguas. "El peligro no radica tanto en la fuerza de la corriente, sino en la velocidad de las piedras que arrastra. Pueden provocar mucho daño", señaló Avogadro.
Para que la gente no emprenda el circuito de Los Cerrillos en vano, efectivos de Gendarmería suelen colocarse en Ugarteche y avisar a los conductores respecto de la situación. "Algunas veces nos avisa la Policía y muchas otras llegamos hasta allí y, estando a 8 kilómetros de la villa cabecera de Tupungato, nos tenemos que volver y hacer unos 80 kilómetros más para poder llevar a los pasajeros a destino", graficó un empresario de la empresa de transporte Cata.
Con sus crecidas, el arroyo Anchayuyo no sólo provoca dolores de cabeza a quienes transitan por la ruta provincial 86, también suele cortar el tránsito en el punto donde atraviesa la ruta 89, camino que vincula a Tupungato con Potrerillos y que actualmente está siendo pavimentado.
Pero quizá la peor tajada se la llevan los vecinos de San José, el portal del departamento. Sucede que las subidas del Anchayuyo suelen coincidir con las del arroyo Miranda, que se encuentra en el otro punto de ingreso al distrito, por lo que este gran poblado queda prácticamente aislado por las lluvias. "Nos ha pasado de no poder regresar por horas a nuestros hogares. ¡No quiero imaginar qué ocurriría en caso de una emergencia!", apuntó Rosa Guidone, una vecina.
El intendente Joaquín Rodríguez, reconoció esta necesidad que lleva años sin ser saldada. Dijo que en los últimos años han expuesto el problema varias veces ante las autoridades de Vialidad. Informó que mantienen reuniones con productores del departamento para elaborar un nuevo proyecto, donde el municipio está dispuesto a colaborar con distintos aportes, a fin de que la obra llegue a concretarse finalmente.
Desde Vialidad Provincial reconocieron la veracidad de la demanda. Los funcionarios dijeron que el proyecto se viene estudiando con fuerza hace cuatro años, sobre todo por el aumento de tránsito que ha sufrido este eje vehicular como camino turístico y productivo. "La construcción del puente está planeada para este año, pero quedará sujeta al presupuesto de Vialidad", informaron desde la repartición provincial.