Ante unas 5 mil personas, Mayra Tous fue coronada Reina de la Vendimia de Tupungato 2020, al finalizar la fiesta 'Fruto hecho racimo y corazón'.
Desde los primeros votos fue claro que la corona sería para la representante de El Peral, quien es sobrina de Mónica Tous y prima de Florencia Moreno Tous, quienes fueron Reinas Nacionales de la Vendimia en 1985 y 2008, respectivamente.
Mayra, de 22 años, recibió un total de 78 voluntades, mientras que la representante de El Zampal, Milagros Burgos, fue coronada virreina al obtener 22 sufragios a favor.
Visiblemente emocionada, la soberana expresó: "Me explota el corazón de alegría, muchísimas gracias a todos por poner sus esperanzas en mí". Además, la joven periodista agradeció "a los trabajadores vitivinícolas que, sean años buenos o años malos, ellos trabajan igual".
Como cierre de su primer discurso, se animó a entonar el tema que sonó en el cierre de la fiesta: "Tupungato así es mi valle, fruto hecho racimo y corazón; capital de los vinos de altura".
Además de funcionarios locales, asistió a la fiesta el ministro de Infraestructura, Mario Isgro, quien se ubicó junto al jefe comunal, Gustavo Soto. También se hizo presente el intendente de Rivadavia, Miguel Ronco, siendo el único par que llegó al Teatro Griego Municipal.
Dos celebraciones en una
Con el ingreso de la Virgen de la Carrodilla, escoltada por miembros del Regimiento de Infantería de Montaña N° 11, comenzó oficialmente la Bendición de los Frutos, con su himno interpretado en vivo.
Un sacerdote católico fue el que estuvo al frente del momento religioso, siendo éste una misa abreviada. Se unieron después a la reina saliente, Giuliana Tumbarello, y el intendente Gustavo Soto, quien hizo el tradicional golpe de reja.
Luego, la soberana 2019 se despidió de su pueblo dejando en claro su deseo de que el "esfuerzo de quienes trabajan para la vitivinicultura, y a los agricultores en general, sea reconocido y recompensado".
El primer cuadro del espectáculo comenzó con el latido de un corazón y la escenografía se tiñó de rojo, mientras los artistas en el centro simulaban el movimiento de los latidos.
Los pueblos originarios tuvieron su homenaje y el público aplaudió el cierre de la escena que buscó la reacción de los asistentes con un llamado a ponerse de pie y reconocer así a quienes habitaron históricamente esas tierras.
El relato estuvo a cargo de Don Hilario, un anciano tupungatino que comenzó a repasar su vida junto a su vecina adolescente mientras pintaba un cuadro alegórico a la vendimia.
Los inmigrantes hicieron su aparición en escena y los ritmos españoles colmaron el lugar. Después fue el turno de los árabes, los italianos y los franceses.
Además de actores y bailarines, hubo acróbatas aéreos. En total, fueron 155 los artistas que le dieron vida al guión de Silvia Cataldo, bajo la dirección de Héctor Moreno. También participaron niños bailando.
La escenografía, muy sencilla, se destacó por los vivos colores con los que fue pintada. El escenario, bastante amplio, estuvo formado por uno principal y otros cinco en diferentes niveles.
La música en vivo acompañó los diferentes cuadros de 'Fruto hecho racimo y corazón' , mientras en las pantallas se mostraban escenas de apoyo al guión con diferentes paisajes de Tupungato.
Tras un incendio que arrasó una finca familiar, una mujer vestida como la Virgen de la Carrodilla entró a escena como señal de esperanza, hablándoles a los presentes, pidiéndoles Fe y ofreciéndoles consuelo.
La comunidad boliviana también tuvo participación cuando los caporales llenaron de alegría y color el escenario. Lo curioso fue que dos excavadoras (con cintas en sus extremos), se sumaron al baile. Fue este, sin dudas, uno de los cuadro más aplaudidos de la noche.
La juventud también tuvo su momento con ritmos actuales, mientras chicos y chicas vestidos con trajes coloridos bailaban ante los asistentes. Al mismo tiempo, personajes vestidos y pintados de gris recorrían el Teatro Griego, mostrando maletines con dibujos de petróleo y dinero.
Cerca del final, cuando Don Hilario estaba por terminar de contar su historia, se reencontró con su amor de juventud y fue entonces el turno de celebrar a las familias, con un tema de Pimpinela.
El malambo marcó el final de la fiesta. Mientras una bandera argentina se alzó cubriendo todo el escenario y el himno sonó de fondo. La explosión de los asistentes no se hizo esperar.
Momentos previos al show
Con una previa musical el público fue entrando en calor, en una fresca noche que obligó a muchos a llevar gruesos abrigos. Tanto los invitados especiales como el público general llegaron sobre la hora que se había establecido para el inicio de la Bendición de los Frutos, la que comenzó, finalmente, una hora más tarde de lo previsto, pasadas las 22.
La gradas del Teatro Griego Municipal fueron pobladas por tupungatinos que llegaron con bolsos y canastos, provistos de víveres para acompañar la noche, aunque no alcanzó a llenarse. Sin embargo, algunos turistas también se acercaron al predio con la idea de vivir la experiencia de una Vendimia departamental.
Mariana Rizzo (42), oriunda de Córdoba, llegó al Valle de Uco para disfrutar del fin de semana largo junto a su familia. "Estamos en una cabaña y nos contaron que se hacía la fiesta hoy. Nunca hemos visto una Vendimia y decidimos venir con los chicos", explicó.
Las hinchadas de las 6 candidatas se hicieron sentir, pero las dos más ruidosas fueron las de San José y El Zampal. La más numerosa fue la de El Peral.