Desde ayer, los tupungatinos tienen más del 80 por ciento de las calles de su ciudad de un solo sentido. No hubo accidentes ni mayores inconvenientes a los errores propios ocasionados por la falta de costumbre. Desde la comuna señalaron que serán flexibles con las multas en los primeros 15 días de adaptación.
Que todo marchara en relativa armonía la jornada de puesta en marcha del nuevo sistema de circulación, sin dudas se debió a la cautela de los conductores más que a las medidas oficiales implementadas para acompañar el cambio.
La gente circuló sin prisa, prestando especial atención a la cartelería y avisando con respeto a quienes manejaban en contramano.
Las acciones de prevención y educación del municipio se limitaron a una fuerte campaña previa de información en los medios y de entrega masiva de los mapas, que contenían el nuevo sentido de circulación.
Sin embargo, algunos vecinos esperaban que ayer hubiera inspectores municipales, preventores, carteles especiales o más policías en las calles acompañando y guiando estas modificaciones en el tránsito.
“En esta esquina no pasó nada de milagro. La gente maneja confiada por las dos manos y en tres oportunidades, choferes desatentos giraron rápido en contramano. Salíamos afuera por el ruido de las frenadas”, comentó Luis Carlos M., quien tiene un local comercial en la calle Centenario.
“Tía, me dice mi esposo que te avise que vas en contramano”, fue la insólita llamada que recibió Rosa Pastori de su sobrina. En realidad, ella ya había salido de la Almirante Brown, porque antes tres personas le habían hecho saber de su error con bocinazos o a los gritos. “Yo me había estudiado los nuevos sentidos, pero creí que comenzaba el miércoles”, se excusó.
El cambio cultural es importante y requerirá tiempo, pues -por primera vez en su historia- la ciudad de Tupungato tendrá calles de un sólo sentido: más del 80 por ciento de las arterias, incluso las internas de muchos barrios.
Ayer hubo puntos más conflictivos, que son los que habitualmente tienen más afluencia vehicular, como el cruce de Alte Brown y bulevar Correas o la esquina de Las Heras y Monseñor Fernández. También se pudo ver muchos vehículos estacionados en contramano a lo largo de la jornada.
Un chapista, que trabaja en un barrio céntrico de Tupungato, brindaba a la salud de la nueva ordenanza. “Ahora seguro que no me faltará trabajo”, reía con unos amigos.
“Hemos considerado unos 15 días para la adaptación, pues ya tenemos incorporados nuestros recorridos habituales. Por eso he pedido a la Policía que sea flexible con las sanciones y se dedique más a informar y acompañar”, apuntó el intendente Gustavo Soto.
El cacique tupungatino dijo que ya está toda la cartelería colocada, pero que aún faltan arreglar algunos semáforos, lo cual se hará por licitación.
Estas tareas -así como la colocación de tachas refractarias para disminuir la velocidad- se irán sumando a medida que se evalúe el funcionamiento del nuevo sistema. Un caso que marcó Soto es la esquina de Gotardini y Liniers, donde urge la instalación de un semáforo.
Algunos cambios se hicieron antes de arrancar. Apenas conocido el nuevo sistema, mucha gente se quejó de que la avenida principal, la Belgrano, dejara de ser de doble mano. Incluso circulaban bromas por las redes sociales vaticinando el fin del “tontódromo”.
Pero la semana pasada, desde el municipio informaron que la circulación por Belgrano no tendrá modificaciones.
“Esto se debe a que, por un lado, encontramos mucha oposición en la gente. Y por otro, se viene en los próximos meses la repavimentación de su paralela Almirante Brown y vamos a necesitar asegurar una mayor cantidad de vías de sur a norte”, aclaró el intendente.