Los tupungatinos deberán ser cuidadosos con el consumo de agua potable y con la disposición de escombros y chatarras en la vía pública. La nueva gestión comunal se ha propuesto endurecer los controles y comenzar a aplicar las multas -dispuestas por ley- para combatir el derroche de agua e impedir la formación de microbasurales a cielo abierto en distintos barrios y áreas urbanas.
Los dos temas hoy constituyen serias problemáticas que preocupan a los funcionarios. Como el factor cultural aquí es decisivo, el Ejecutivo dispuso comenzar con campañas de difusión e información destinadas a la toma de conciencia. También, han comenzado con las inspecciones y "llamadas de atención" a los vecinos que no respeten lo estipulado legalmente. Dentro de unos meses, comenzarán a radicar multas a quienes ya fueron previamente notificados.
Limpieza urbana
"La falta de control ha hecho que se formen varios basurales pequeños en distintos puntos de la ciudad. Alguien deposita escombros en la vía pública y detrás vienen otros vecinos que comienzan a arrojar sus residuos allí. Esto es lo que queremos erradicar", explicó Gustavo Aguilera, nuevo director de Servicios Públicos del departamento.
El funcionario destacó que la ordenanza 21 -del 2010- es la que prohíbe el depósito de escombros, materiales de construcción, residuos domiciliarios y chatarras en la vía pública. Esta norma es la que se comenzará a hacer cumplir dentro de unos cinco meses, cuando comiencen a efectivizarse las sanciones. Mientras tanto, los inspectores están librando notificaciones y avisos a los ciudadanos que están en esta situación.
"Sabemos que es una costumbre popular y no se obra de mala fe. Sin embargo los escombros o áridos en la calle ocasionan grandes trastornos: las lluvias diseminan el material, tapando calles o acequias y los montículos pocas veces están señalizados, lo que puede derivar en accidentes viales", señaló Aguilera.
Como primera medida, el municipio alquiló quince contenedores, que hoy están distribuidos en todo el casco céntrico. La idea es que los vecinos se acostumbren a arrojar allí sus escombros o residuos domiciliarios de grandes dimensiones. Desde el área de Servicios, aseguraron que la firma contratada (El Lechu) se encargará del retiro y traslado de la basura dos veces por semana. Los contenedores estarán identificados, en breve, con la imagen del municipio.
En cuanto a la erradicación, Aguilera informó que si los residuos llegan hasta el metro cúbico, serán retirados por operarios municipales. Si el volumen es mayor, el propietario deberá contratar a un privado para sacarlo. Si el dueño ya fue avisado y no actuó en consecuencia, la comuna retirará el material y cobrará el costo del servicio y la multa correspondiente, cargándolos al padrón municipal.
El mismo proceder, llevarán a cabo los inspectores con los dueños de talleres mecánicos, que tienen autos en desuso ocupando la vía pública.
"No sólo que afean el paisaje y son generadores de roedores y contaminación, también obstaculizan notablemente el tránsito en los barrios con calles angostas", reafirmó el flamante director Aguilera.
Contra el derroche
La mano dura seguirá con el consumo domiciliario de agua. En Tupungato, la prestadora del agua potable es municipal, de allí que la lucha contra el consumo excesivo viene siendo primordial desde hace años.
La gestión de Gustavo Soto promete ser más estricta y reducir el consumo, a través de la "efectivización" de las multas; desafío que le costó por demás a sus antecesores, pese a que implementaron distintos recursos.
Antonio Rubini, a cargo de Agua y Saneamiento en la comuna, adelantó que están evaluando la implementación de medidores. Mientras tanto, han comenzado a reforzar las inspecciones y a notificar a quienes estén realizando un mal uso del agua. Luego de estos meses de "apercibimientos verbales", comenzarán a labrar las infracciones a quienes ya recibieron un llamado de atención.
Rubini recordó que los horarios de riego del jardín van desde las 22 a las 7 de la mañana. También, que el lavado de autos está prohibido a cualquier hora y los 365 días del año.
En lo que respecta a los costos de las infracciones, la tarifaria actual dispone cobrar por estas faltas el costo de $400. Cuando el infractor es reincidente, el valor sube a $800 o $1.600, si reincide una nueva vez. En el caso de que se riegue con agua potable chacras o sembradíos, la multa escala a los 6000 pesos.