Política
La Corte desestimó un planteo de Sergio Salgado en la causa por amenazas a un empleado del Banco Nación
hace 11 horas
Héctor Rosendo Chaves Chaves, el abogado de Federico Torrengo, uno de los hijos de Nélida Rojas, la principal imputada en la causa de "asociación ilícita" en la resonante causa de la Tupac Amaru de Mendoza, decidió finalmente renunciar al equipo de la defensa. Es que se generó una conflictiva situación, ya que su hija, Gabriela Chaves, es justamente la fiscal que lleva adelante la investigación en la provincia.
Aunque Héctor Rosendo Chaves y su hija hace más de dos décadas que no se hablan, el escenario se mostraba hasta ayer bastante complejo y sumó más tensión cuando el defensor de Nélida Rojas, Alfredo Guevara, pidió la recusación de la fiscal precisamente porque su padre se había incorporado al equipo de la defensa.
Lo hizo en atención a que el Código Procesal Penal indica que si un fiscal posee un lazo de consanguinidad “hasta de cuarto grado” con algún involucrado en el proceso, el representante del Estado debe apartarse (arts. 90 y 72).
Sin embargo, muchos coincidieron que se trató de una maniobra legal de Guevara para apartar a la magistrada.
Esta mañana, mediante un comunicado del Ministerio Público Fiscal se informó que "el abogado defensor de los imputados ha desistido de la recusacion efectuada a la Dra Gabriela Chaves, fiscal de la causa. Esto debido a la revocación de la designación del Dr. Hector Rosendo Chaves como codefensor de uno de los imputados. En este sentido la recusacion que se había planteado deviene en abstracto, no haciendo falta que la fiscal se expida sobre la misma".
Así, ante la renuncia de Chavez padre, la fiscal no necesitó e analizar la recusación que le hizo Guevara. Y muchos ya respiran tranquilos, ya que temían que todo esto postergara el seguimiento de la causa que la magistrada llevaba "dos años" investigando.
Héctor Chaves aceptó la co-defensa de Torrengo “por un compromiso” con Guevara, a quien conoce de niño. El veterano abogado, hoy de 82 años, fue abogado de militantes perseguidos en los ‘70, junto a Alfredo Guevara padre. Lo hizo en honor a esa relación, y a su participación “en defensa de los más humildes y de los pobres”.
La relación con el hijo de su amigo es tal que incluso aceptó la participación sin haber leído la causa, pero coincidiendo con él en que “hay una persecución política” contra la agrupación kirchnerista.
