"Cada vez que llueve, salen todos los residuos cloacales por esa tapa y corren por la calle, las acequias y por ese arroyo. Acá no se puede vivir", sostiene María Atencio. La abuela no entiende por qué si "uno paga sus impuestos, tiene que lidiar por años con este hedor y posibilidad de contraer infecciones en su propia casa".
Los vecinos de la calle 25 de Noviembre, de Tunuyán llevan años reclamando una obra que evite los derrames cloacales que surgen de tres bocas apostadas sobre la calle y a la vera del arroyo Claro, que atraviesa la ciudad de Tunuyán, cada vez que "caen unas gotas de lluvia".
Este problema, que afecta mayormente a las familias que residen sobre tres cuadras de esta arteria, también es padecido por los alumnos de la escuela técnica Ejército Argentino y otros colegios e instituciones cercanas, quienes deben "sortear los charcos de materia fecal cuando se dirigen a estudiar y el mal olor permanente en las aulas", expuso un docente de la secundaria conocida como ENET.
Los vecinos sostienen que el problema comenzó hace "por lo menos unos 16 años. Estamos cansados de pedir una respuesta. Hemos presentado notas, llamado a funcionarios, a los organismos provinciales y nadie nos da una solución. En el verano, no se puede estar acá, pero no nos queda otra", expresó Marcelo Pinto con claro tono de resignación.
Esta situación que sufren los vecinos se debe a que en el lugar existe una planta elevadora, donde confluyen todos los líquidos cloacales de los barrios que se encuentran al oeste de esa arteria. Esa ha sido una de las zonas que mayor crecimiento poblacional ha presentado en los últimos años y los residuos de esos barrios se concentran en este punto crítico del colector, para continuar desde allí su camino hacia la planta de tratamiento cloacal, ubicada sobre la ruta 40.
Las autoridades de Aysam hace tiempo que vienen monitoreando lo que sucede con este punto conflictivo de la red colectora. Es más, el propio presidente de la empresa provincial de Agua y Saneamiento, Guillermo Amstutz, fue quien expuso ayer a este medio las dimensiones del problema.
Con el fin de "descomprimir la carga" que recae sobre estas cámaras y tramos que están colapsados es que distintos organismos estatales han comenzado, por administración, la construcción de un nuevo colector cloacal. El mismo correrá por una zona más alta, unos kilómetros hacia el oeste de la calle 25 de Noviembre, y absorberá los residuos de más de mil conexiones que se extienden en los barrios de la zona.
Luis Pérez, jefe de la unidad operativa Centro de Aysam, explicó que este nuevo colector se extenderá a lo largo de 2.500 metros y correrá por la calle Francisco Delgado, Melchor Villanueva y, desde allí, empalmará con la ruta 40.
Los funcionarios creen que la obra estará terminada dentro de dos meses. Amstutz destacó que se hizo en colaboración entre Aysam, Irrigación, Vialidad y el municipio para reducir los costos. "Este proyecto requeriría unos 12 millones de pesos y con nuestros técnicos, mano de obra y máquinas lo haremos por 5 millones de pesos", dijo.
Durante una recorrida junto con el gobernador Pérez, el ministro de Infraestructura, Rolando Baldasso, señaló: "una vez concluida la red cloacal, Vialidad comenzará a construir el desvío de carga pesada sobre las calles Francisco Delgado y Melchor Villanueva".
En cuanto al serio problema de saneamiento, que tiene Tunuyán desde hace décadas, con la saturación de la capacidad de su planta cloacal; Amstutz indicó que, por cuestiones presupuestarias, por ahora sólo pueden realizar tareas de remediación a corto y mediano plazo. Trabajarán en la limpieza y mantenimiento de las piletas y en el rehuso de este agua para uso agrícola.