Lectora tenaz, extrovertida, bastante responsable con sus asuntos... una chica que disfruta tanto del silencio y la soledad como de las salidas a caminar con amigas o los domingos en familia.
Aunque no con total justicia, ese puñado de palabras podrían empezar a definir a Paulina Cramero D'Angeli. La rubia, de 20 años, conquistó el corazón de los tunuyaninos en la fiesta "Carrusel de Sueños", de la que resultó convertida en reina departamental la noche del jueves en el predio de la Tonada.
Dice que soñó con la corona desde niña (cuando actuó junto a su mamá en una Vendimia local). Que ser Reina de los Estudiantes de Tunuyán en 2012 allanó varios miedos.
Que sus amigas le insistieron "a morir" y que el Club de Leones llegó a pedir su candidatura cuando ya lo había decidido. Eso no evita que su madre conserve "ciertos temores" y su padre se emocione cada vez que habla en público.
Es la única mujer de un matrimonio de bioquímicos, que, por cuestiones laborales y del destino, terminaron construyendo su familia en Tunuyán hace décadas. Silvana es de General Villegas, Buenos Aires, y Gustavo, de San Rafael. "Éste es ahora nuestro lugar en el mundo", coincide la familia en el pintoresco barrio Portal del Río.
Escoltada a sol y sombra por sus dos jóvenes hermanos, Paulina siente que ha sido favorecida con su familia. Joaquín es jugador de la selección de vóley tunuyanina, que trascendió por ganar su espacio en la liga nacional. Valentín es un creativo, "que tiene un don especial para hacer negocios", dice la hermana mayor.
El próximo 9 de febrero, la tunuyanina cumplirá sus 21 años. La encuentran en el cuarto año de la carrera de Abogacía en la Universidad Nacional de Cuyo, "queriendo estudiar francés o italiano" y participando del movimiento de Acción Católica, en la iglesia Nuestra Señora del Carmen. Con este grupo han realizado campañas de frazadas para los necesitados y colaboran con un merendero.
Se define como una chica "alegre" y ordenada, pero sólo en su "departamento de Ciudad". Debió dejar a su familia cuando comenzó la carrera y desde entonces viaja todos los fines de semana, para reencontrarse con los suyos. "Me imagino trabajando en la rama del Derecho de Familia o en mediación", confía.
Lo que sabe de vendimia, lo aprendió leyendo las noticias del mercado vitivinícola, de las charlas que recibieron de expertos del INTA y de su novio, Luciano Vitaliti, quien estudia Enología en Ciencias Agrarias. "Me parece que hoy es necesario apuntalar al pequeño productor, que es quien más sufre los costos y no tiene acceso a la exportación", opinó.
Tras nueve años de instituto, Paulina maneja un fluido inglés. Cree que esto le ayudará para promocionar a su departamento a los turistas, aunque también considera un desafío personal que los mismos vecinos descubran las bellezas que tiene el Valle de Uco.
En sus tiempos libres, sale a caminar o en rollers con sus amigas y pinta. Tiene un enorme cuadro de un elefante indio sobre el tablero y se lamenta de que el estudio no la deje alimentar esta pasión como quisiera. También lee.
Es una lectora voraz, de niña la sedujo la literatura fantástica y hoy se inclina por las novelas históricas. Alejandro Dolina y Viviana Rivero están entre sus favoritos.
Un carrusel de magia
Más de 25 mil personas disfrutaron y se emocionaron en el anfiteatro a orillas del río Tunuyán, con la multitudinaria puesta en escena que presentó 'Vendimia Carrusel de Sueños', donde resultó electa Paulina Cramero con una amplia ventaja.
Tras respirar la Vendimia departametnal con una impecable conjunción de magia, color y fuegos artificiales, los tunuyaninos se dejaron cautivar por la voz y dulzura de Luciano Pereyra. Temas como "Sin testigos", "Como tú" o "Enséñame a vivir sin ti" despertaron suspiros y gritos entre las fans y a lo largo del show el público bailó, coreó y filmó los temas.
Mostrar la vida como un carrusel mágico, donde lo que importa es aprender a confiar y creer, fue el hilo conductor del espectáculo guionado y dirigido por Hugo Morales.
Un mago apareció volando desde las alturas sobre el público y desafió a 'Quimera' (el hada de los sueños) a encontrar el real sentido de la Vendimia.
Acrobacias y danzas aéreas, músicos en vivo y los 'ases bajo la manga' con los que siempre sorprende la Fiesta tunuyanina fueron clave en la puesta, escenificada por cerca de 650 artistas.
Los más de 25 mil espectadores acompañaron con entusiasmo cada cuadro. Bailaron al ritmo de la saya, cantaron canciones de décadas pasadas, revivieron domingos "de quepi, asado o tallarines de la nona" y se emocionaron con la Virgen de la Carrodilla emergiendo desde el público.