El remate largo del atacante de Regatas, Oscar Rojas, marcó el término de una vieja espera. Después de muchas finales, Tunuyán superó a Regatas (en una de esas tantas que que han jugado en distintas épocas a lo largo de 15 años) y se consagró campeón del Clausura de primera A-1 de varones del vóleibol mendocino.
Un festejo muy esperado que se estiró con los años en los que parecía que no había tiempo ni reloj para los Manzanitas, algo que ya los incomodaba. En cada final todo se repetía una vez más: la supremacía del Lago.
Esta vez no fue así. Tunuyán se sacó el mito y los fantasmas de encima y pudo gritar campeón frente a su gente por segunda vez, desde que milita en primera división. Pero pasaron 13 años desde entonces. El primer título lo conquistó en el Clausura de 2002 cuando superó a UNCuyo. Desde aquel entonces no celebraba.
Es un clásico moderno(el histórico es Regatas - UNCuyo), dado que Tunuyán es el que más ha complicado a los Coquetos pero en los partidos decisivos siempre se quedó con la ñata contra el vidrio. Por eso el título era una asignatura pendiente, principalmente para toda una camada. Entre ellos: Martín Vega, Gonzalo Serrani (aunque es de Vista Flores), Maxi Chavero y Dan Andraos (entrenador).
El equipo de Andraos a esta serie llegó con un grupo reducido de jugadores, pero con una expectativa, actitud y un hambre de reivindicación enorme, dado que en el Apertura se quedó con las ganas. Regatas ganó 3/0 y 3/0.
Salir campeón fue el objetivo del DT desde el inicio de año, pero no lograba mantener un equipo relativamente estable debido a los compromisos laborales y de estudios de sus jugadores.
En el medio de esta segunda parte del torneo, Regatas se quedó sin dos históricos; Esteban Cabrera (se fue a jugar a Israel) y Fernando “Mamona” Miranda, lesionado. Igual tiene un plantel competitivo, eso sí, sin figuras relevantes a excepción del central, Mauricio Sánchez.
Tunuyán, en el primer partido, arrolló en los dos primeros sets a Regatas (23/25 23/25), con el Zurdo Serrani imparable y Martín Vega, por momentos impasable en bloqueo. Esto sumado a los aportes de Leo Aveiro, en defensa y ataque. Regatas asomaba pero no dominaba, le costó mantenerse al frente del tanteador, falló en ataque y regaló muchos puntos no forzados en momentos clave.
Vargas, Iturralde y Giorgio no asumieron el rol que les tocó en el histórico campeón.
Pero sí Vega, Ceballos, Serrani, Aveiro y Vázquez, en Tunuyán , más prolijos y ordenados. Aunque físicamente se cayeron en el tercero y cuarto set. A la hora de las definiciones no regalaron nada.
La revancha fue un calco del primer choque, nada más que Tunuyán se mostró mucho más seguro, más convincente. Los dirigidos por Luis Testa, un poco más timoratos.
Las emociones y los esperados festejos, finalmente llegaron al Valle de Uco. ¡Salud al campeón!
