Si en la memoria escolar quedó el recuerdo de la Casa Histórica de Tucumán con sus puertas y ventanas en tonos verdes, quizá el viajero se sorprenda al encontrarlas pintadas de un brillante celeste -según los historiadores- como en el año de la Independencia.
Es emocionante ingresar a la casa museo en San Miguel de Tucumán, donde se reunieron los congresales de 1816, recorrer sus ambientes, tomar aire en los patios y jardines arbolados, y visitar el famoso Salón de la Jura.