Con una decoración bien pensada y algunos pequeños trucos, vivir en pocos metros es sinónimo de vivir feliz.
RECURSOS Y TIPS
- Si podés, eliminá tabiques: así la amplitud visual se agranda y podés separar ambientes mediante los muebles, telas o mamparas de vidrio.
- La clave es una buena distribución: pensala y probala antes de instalar la decoración definitiva en tu casa.
- Permití la circulación: que sea fluida, para evitar la sensación de agobio.
- Mucho vidrio: dejá que entre la luz a todos los rincones de tu casa.
- Puertas corredizas: ideales para abrir o cerrar espacios según te convenga
- Elegí pintar de colores neutros de gama fría: tener una buena base de paredes y techos tirando a claros (blancos y grises por ejemplo), cuyo color rebote la luz y la reparta es casi lo más importante. Lo cual no quiere decir, que tengas que renegar de tu color preferido, podés usarlo en textiles, detalles decorativos, etc; siempre en dosis moderadas.
- Colocá espejos: un espejo sin moldura o con una pequeña, de cuerpo entero, o que cubra en gran parte una pared, o varios pequeños colocados de manera creativa, o incluso en una esquina, hará un efecto amplificador casi mágico.