Siempre hablamos de los beneficios que aporta el hecho de tener plantas de interior, además de la belleza decorativa con la que contribuyen. Su presencia alegra la vida y la mejora. Casi cualquier lugar de la vivienda es un buen lugar para que crezcan estas pequeñas amigas, como vamos a ver a continuación.
En el caso de los baños, las plantas añaden un aire tropical de lo más atrayente, convirtiendo este espacio por lo general cerrado en un lugar distinto, más relajante y cálido, más inspirado.
No obstante, si queremos que estas plantas crezcan con energía, necesitaremos mucho aire y bastante luz. Lo ideal es que el baño conecte con el exterior por medio de un pequeño patio o ventanal, es decir, que reúna las condiciones necesarias para que las plantas se desarrollen sin problema.
Son baños espaciosos que comprenden numerosos detalles, donde no sólo las plantas configuran este clima tropical tan personal y fascinante; también entran en juego otros elementos como un mobiliario de mimbre o de madera vieja (alejado de las zonas de humedad, eso sí), mosaicos en verde, un pequeño estanque con nenúfares sobre el agua (increíble esta opción), piedras decorativas, abundancia de colores crema y tostados…
Para convertir tu baño en una pequeña selva tropical dentro de casa, podés empezar por elegir un rincón con luz para situar tus plantas. Si no tenés luz ni posibilidad de adaptar el baño, finalmente podés optar por plantas artificiales o pequeñas plantas que no requieran de luz, que también las hay; quizá no serán lo mismo, pero cumplirán su función decorativa a la perfección. Añadí cuencos de madera, mobiliario para las toallas en ratán, mimbre o madera, detalles en verde… Todo aquello que convierta esta zona de aseo en una jungla tropical casera, un escenario inmejorable para darte un relajante baño.