Virginia Occidental y Nebraska celebraban primarias hasta anoche al cierre de esta edición, mientras una nueva encuesta mostraba a Hillary Clinton y Donald Trump cabeza a cabeza en tres Estados clave para las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos.
Pese a su amplísima ventaja en la interna demócrata, Clinton debe aún derrotar al senador Bernie Sanders, quien se encaminaba a una cómoda victoria en Virginia Occidental.
Los republicanos también acudirán a las urnas en Virginia Occidental y Nebraska (centro), aunque carecen de importancia: Trump es desde hace una semana el virtual candidato del partido para disputar la Casa Blanca, luego de que sus rivales tiraran la toalla.
Aunque los partidos anunciarán formalmente a sus candidatos a la presidencia en sus respectivas convenciones, que tendrán lugar en julio, el telón comienza a levantarse para un duelo Clinton-Trump.
Una encuesta de la Universidad de Quinnipiac mostró ayer que Trump se acercaba a Clinton en dos estados clave -Florida y Pensilvania- mientras la sobrepasaba en Ohio, otra contienda importante en las presidenciales.
Desde 1960, ningún candidato ha llegado a la Casa Blanca sin ganar al menos dos de esos estados.
Un candidato requiere 270 votos de los colegios electores para ganar la presidencia, pero con muchos estados ya definidos por uno y otro partido, la pelea se resume a algunas contiendas clave.
A seis meses de la elección, el 8 de noviembre, las carreras en esos tres Estados están “muy reñida para predecir un resultado”, dijo el subdirector de la encuesta, Peter Brown.
El sondeo también encontró que Sanders, el “demócrata socialista” que ha galvanizado a los jóvenes con su discurso anti-elitista, tendría un mejor resultado frente a Trump en los tres estados si fuera el candidato presidencial demócrata. Con ese argumento, el senador de 74 años apuesta a llegar a la convención en buena forma para convencer a los 500 “superdelegados” a unirse a su “revolución política”.