El republicano Donald Trump ganó ayer la primaria de Florida y la demócrata Hillary Clinton se impuso en ese mismo Estado, en Carolina del Norte y Ohio, dando otro gran paso hacia la nominación presidencial por sus partidos en un nuevo “supermartes” de internas en importantes Estados del país.
También del lado republicano, el gobernador de Ohio, John Kasich, ganó la primaria en su Estado, logrando su primera y muy necesitada victoria en esta temporada de internas y embolsando asimismo sus primeros delegados.
Con sus triunfos en Florida, Trump obtuvo los 99 delegados que da el Estado para los republicanos y Clinton cosechó una mayoría de los 246 para los demócratas, mientras esperaban sumar más delegados o incluso más victorias en esta importantísima jornada de internas también en Illinois y Missouri.
“Nos estamos acercando a ganar la nominación presidencial demócrata y las elecciones generales de noviembre”, dijo Clinton al festejar otra gran noche ante una jubilosa multitud de seguidores en un acto en la localidad de West Palm Beach, Florida.
La ex primera dama, de 68 años, agregó que su campaña ha “ganado más votos que cualquier otro candidato republicano o demócrata”.
Tal como se esperaba, la victoria de Trump en Florida fue demasiado para su rival, el senador por ese Estado, Marco Rubio, el preferido del establishment republicano, quien anunció que abandona la carrera para llegar a la Casa Blanca.
En una aparición ante su público en Miami, el joven e hispano Rubio felicitó a Trump por su “gran victoria” y agradeció a sus seguidores y a su equipo de campaña por su apoyo, tras decir que comprendía que los votantes están molestos y que quieren nuevos rostros y nuevas voces en el gobierno federal.
La decisión de Rubio llegó luego de ser derrotado en todas las primarias o caucus (asambleas populares) celebradas hasta ahora excepto en tres, aunque la competencia en Florida, donde el que ganaba se llevaba todos los delegados en disputa, resultó definitivamente devastadora.
Apenas hace seis años, Rubio era uno de los niños mimados del movimiento ultraconservador Tea Party, con cuyo respaldo derrotó a un candidato del establishment republicano y obtuvo una banca en el Senado. Pero el escenario político cambió negativamente para el joven dirigente de 44 años en esta temporada de primarias en las que los votantes claman por algún candidato que no aparezca vinculado a los aparatos partidarios o al gobierno federal.
Escrutado el 90% de los votos en Florida, Trump obtenía el 45,7%, seguido por Rubio, con el 27%; el senador texano Ted Cruz, con 17 y Kasich, con un 6,8%, según datos oficiales. Del lado demócrata, escrutado el 92%, Clinton aventajaba a su único retador, el senador socialista Bernie Sanders, por 64,5% contra 33% de los votos y conseguía 69 delegados contra 31 de su adversario, informó CNN.
Gracias a su victoria en Florida, Trump suma ya 570 delegados, acercándose a la mitad de los 1.237 necesarios para ser nominado antes de la convención nacional del partido que se celebrará en Cleveland, Ohio, en julio próximo.
La ex primera dama, por su parte, cumplió los pronósticos y derrotó a su rival Sanders, al que antes de iniciar esta jornada electoral aventajaba en el número de delegados por 1.244 contra 574, no sólo en Florida sino también en Ohio y Carolina del Norte.
En Ohio, donde estaban en juego 143 delegados, Clinton venció por más de 30 puntos porcentuales. Clinton se hizo así con una victoria muy significativa en un Estado bisagra y diverso que ha demostrado, a lo largo de los años, ser una prueba fiable de la viabilidad de un aspirante.
La demócrata demuestra asimismo que su fuerza no se reduce sólo a los Estados del Sur, con numerosa población afroamericana, sino que puede ganarle a Sanders en un Estado industrial del Medio Oeste similar a Michigan.
"Si no gano habrá disturbios"
El millonario Donald Trump, favorito del electorado conservador para las elecciones de noviembre en Estados Unidos, alertó ayer al Partido Republicano sobre eventuales disturbios si no se respeta su liderazgo durante la convención nacional, prevista para julio.
Victorioso en las decisivas primarias en Florida, Illinois y Carolina del Norte el martes, Trump mantiene su marcha aparentemente imparable rumbo a la nominación republicana para las elecciones presidenciales de noviembre.
Sin embargo, ayer Trump dijo a la red CNN que, en caso de que el Partido Republicano pretenda frenar su candidatura mediante negociaciones en la Convención nacional, podrían ocurrir “disturbios” y “cosas malas”.
“Creo que habría disturbios porque represento a una cantidad enorme, millones de personas”, declaró el polémico multimillonario. Agencia AFP