Trump: un presidente atrapado entre el juicio político y la reelección

Tras el inicio del proceso para un eventual impeachment, todo parece indicar que ya nada será igual para el mandatario estadounidense.

Trump: un presidente atrapado entre el juicio político y la reelección
Trump: un presidente atrapado entre el juicio político y la reelección

Si hubiera que elegir un día funesto en la presidencia de Donald Trump, seguramente sería el 24 de septiembre cuando la jefa de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, anunció el inicio de un proceso para su eventual juicio político.

Aunque aún resta saber si la investigación terminará en “impeachment” (juicio político), todo parece indicar que, a partir de ahora, ya nada será lo mismo para Trump.

La noticia parece haber conmovido a los estadounidenses. Sin embargo es la cuarta vez en la historia que sucede una indagación de este tipo (Andrew Johnson, Richard Nixon y Bill Clinton). Sin embargo nunca ha sido efectiva para destituir a nadie. 

Claro que como es algo ya habitual en Trump, la denuncia de la oposición ha sido relativizada por el propio mandatario a través de la red social Twitter. El magnate parece vivir en otra realidad. Sus índices de popularidad lo ubican en un 43%, aunque goza de la estima de la mayoría de los republicanos. 

La acusación dice que el 25 de julio pasado, el jefe de la Casa Blanca llamó a su colega ucraniano, Vladimir Zelenski, para pedirle que investigue a Hunter Biden, el hijo del ex vicepresidente Joe Biden, eventual candidato a la presidencia por el Partido Demócrata en las elecciones de 2020.

Trump, sin duda, buscaba encontrar alguna evidencia de corrupción para perjudicar a Biden.

En abril de 2014, el hijo del ex vicepresidente fue designado miembro del directorio de la empresa gasífera ucraniana Burisma. El hecho ocurrió durante la presidencia de Barack Obama. Hunter, de 50 años, tuvo una agitada vida privada: ha luchado contra el alcohol y las drogas.

"Yo no sé si (el posible "impeachment") es el fin de Trump. Pero el mandatario está en retroceso: su relación con la Reserva Federal (debido a sus decisiones de bajar la tasa de interés), la situación comercial con China; también ha retrocedido en cuanto a la intervención militar a Venezuela, y se hasacado de encima a varios halcones (incluido el ex asesor de Seguridad Nacional, John Bolton)", aseguró Norberto Consani.

Para este analista, que es director del Instituto de Relaciones Internacionales (IRI), dependiente de la Universidad Nacional de la Plata (UNLP), la investigación contra Trump es un proceso “mucho más burdo” que el llamado Rusiagate, que indagóla posible injerencia rusa en las elecciones de noviembre de 2016.

Líder debilitado

"Lo veo cada vez más debilitado, porque él se jugaba una carta con el respaldo (del primer ministro, Boris) Johnson en Inglaterra. Pero el Brexit duro no avanza en el Parlamento y, en consecuencia, Trump está cada vez más solo", dijo Consani.

Sin ánimo de realizar una autocrítica, Trump insistió en que su pedido al presidente ucraniano no significaban presiones.

Sin embargo, días después de esa llamada, ordenó frenar el desembolso de 400 millones de dólares en asistencia militar a Ucrania, actitud que para los demócratas fue un intento para presionar a Zelenski, según diarios estadounidenses.

Con su acostumbrado estilo, no exento de ironía, Trump afirmó que este episodio no era "más que una continuación de la caza de brujas más grande y destructiva de todos los tiempos".

El magnate sigue creyendo que la suerte lo favorece. Y, en verdad, no está tan equivocado.

Las posibilidades

Muchos analistas consideran que tendría que ocurrir algo extraordinario para que Trump no salga absuelto de la investigación.

Para destituir al jefe de la Casa Blanca, dos tercios del Senado (controlado por los republicanos) tendrían que votar a favor. 

Esta posibilidad parece remota, aunque en la actualidad los demócratas controlan la Cámara de Representantes.

Hasta ahora, Pelosi no había querido involucrarse en un juicio político contra Trump, sobre todo después del informe del fiscal especial asignado para determinar la injerencia rusa en las elecciones de 2016.

Hay que recordar que Robert Mueller encontró evidencia considerable de que Trump obstruyó la justicia, delito por el cual fue acusado también Nixon.

"Si hubiéramos tenido la confianza de que el presidente claramente no cometió un crimen, lo hubiéramos dicho", afirmó.

Muchos analistas, sin embargo, creen que Trump podría ganar la reelección por sus buenos resultados económicos. Según las estadísticas, el desempleo en abril fue del 3,6 por ciento, el menor índice en los últimos 50 años.

Pese a todo, algunos expertos consideran que la investigación judicial podría perturbar al electorado estadounidense.

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