El presidente estadounidense, Donald Trump, aumentó ayer la presión sobre los miembros de la OTAN al considerar que es más fácil entenderse con el principal enemigo de la Alianza, el líder ruso Vladimir Putin, la víspera de una cumbre de los aliados.
El mandatario estadounidense llegó a Bruselas anoche a bordo del Air Force One, acompañado de su esposa Melania, para empezar una gira por Europa que culminará, días después de la cumbre de la OTAN, con una reunión con el presidente ruso en Helsinki el 16 de julio.
“Francamente, Putin puede ser el más fácil de todos. ¿Quién lo habría pensado?”, dijo Trump a la prensa antes de subir al avión.
El gasto militar es el principal punto de desencuentro entre Estados Unidos y sus aliados. Trump aprovechó también este martes para reiterar sus críticas a sus socios de la OTAN por, a su juicio, no invertir lo suficiente y aprovecharse así de Washington.
En Gales en 2014, los miembros de la Alianza se comprometieron a aproximar su gasto militar al 2% del PBI nacional para 2024, un llamado tradicional de Estados Unidos, y a detener los recortes en las partidas para defensa, efectuados en plena crisis económica.
Pero, además de Estados Unidos, sólo cuatro países europeos cumplen con ese objetivo -Grecia, Estonia, Reino Unido y Letonia- y otros tres podrían hacerlo en 2018 -Polonia, Lituania y Rumania-, según cifras publicadas este martes. En total, ocho de los 29 aliados.
Los miembros de la OTAN tienen previsto expresar su "compromiso inquebrantable" con los objetivos de gasto acordados en Gales, entre el 2% y apuntar que presentarán "planes nacionales creíbles" sobre su implementación, algo que podría satisfacer a Washington, según la declaración conjunta.
Antes de llegar a Bruselas, el inquilino de la Casa Blanca fue todavía más allá en un tuit, asegurando que sus aliados deberían “reembolsar” gastos de defensa a Estados Unidos, cuyo presupuesto militar representa dos tercios del total de la OTAN.
La cumbre de la OTAN, hoy y mañana, se da en un contexto ya tenso entre Washington y sus socios de la UE, especialmente Alemania, sumidos en una guerra comercial después de varios desencuentros respecto al programa nuclear iraní o el Acuerdo sobre el Clima de París, entre otros.
Y, ante una Rusia amenazante desde la anexión en 2014 de la península ucraniana de Crimea, la Unión Europea, a través del jefe del Consejo Europeo Donald Tusk, urgió a Trump a "apreciar" a sus aliados europeos, que gastan "más" en defensa que Rusia y "tanto" como China.
Sólo 4 niños migrantes volvieron con sus padres
El Gobierno de Estados Unidos ha reunido hasta el día de hoy con sus padres a cuatro niños menores de 5 años que fueron separados de sus progenitores en la frontera con México, cuando se cumple la fecha límite de reunificación familiar dictada por una corte federal.
"Hasta ahora, cuatro han sido reunificados. (...) Esperamos reunir a por lo menos 34 niños más hoy y a otros 16 próximamente", dijo en una conferencia telefónica con periodistas un alto cargo del Departamento de Salud de EE.UU., Chris Meekins.
El juez federal Dana Sabraw de San Diego (California, EE.UU.) determinó a finales del mes pasado que 102 niños menores de cinco años debían volver con sus padres antes de hoy, martes, y estableció que el resto (de 5 años en adelante) debe reunirse con sus familiares antes del próximo 26 de julio.
En un repaso sobre los últimos datos disponibles, Meekins señaló que catorce de los padres que fueron apartados de sus hijos en la frontera no son "elegibles" para volver a estar con ellos.
De ellos, cinco no son padres biológicos (tres de ellos lo admitieron antes de realizarse una prueba de ADN y dos se descubrieron tras los test), ocho tienen un "historial criminal serio", incluyendo cargos de asesinato y violación, y uno está acusado de abuso de menores.
Proponen un juez ultraconservador para la Corte Suprema
El magistrado Brett Kavanaugh, nominado por el presidente Donald Trump para la Corte Suprema de Estados Unidos, inició ayer la batalla política cuerpo a cuerpo para ser confirmado por el Senado.
Kavanaugh, de 53 años y de marcado corte conservador, visitó ayer al líder del Partido Republicano en el Senado, Mitch McConnell, para definir los pasos a seguir para la confirmación del nombramiento.
Seguidamente, se reunió con el presidente del Comité de Asuntos Jurídicos de la cámara alta, el republicano Chuck Grassley.
En una señal del inequívoco apoyo de la Casa Blanca, Kavanaugh llegó al Senado acompañado por el vicepresidente Mike Pence.
En la noche del lunes, McConnell celebró al nominado Kavanaugh como "uno de los espíritus jurídicos más eminentes de su generación".
Sin embargo, McConnell tiene una tarea delicada por delante, ya que debe evitar a cualquier costo un quiebre de la unidad del bloque conservador en el Senado -como ocurrió en la Cámara de Representantes-, donde su partido tiene una mayoría ínfima.
En efecto, los republicanos disfrutan de una mayoría formal de 51 bancas a 49 en el Senado. Sin embargo, con el experimentado senador conservador John McCain librando los rounds finales de una batalla contra el cáncer, esa ventaja se reduce en la práctica a 50 a 49.
Y es en ese cuadro que la situación se torna crítica: por lo menos dos legisladoras republicanas ya expresaron dudas sobre Kavanaugh por su disposición a rediscutir en la Corte Suprema la legislación sobre la despenalización del aborto.
Las senadoras conservadoras Susan Collins y Lisa Murkowski declinaron una invitación de la Casa Blanca para presenciar el anuncio insatisfechas con el perfil buscado por el presidente.