Ayer, en la víspera de una importante prueba de un misil balístico intercontinental en California que podría elevar aún más la tensión entre Washington y Pyongyang, un veterano senador republicano contó que el presidente Donald Trump le había dicho que está dispuesto a utilizar la “opción militar” para evitar que el gobierno de Corea del Norte obtenga un misil con capacidad de golpear a Estados Unidos.
Opción militar concreta
“Hay una opción militar: destruir el programa nuclear de Corea del Norte y a la propia Corea del Norte. Trump no va a permitir que este loco (por el líder Kim Jong Un) tenga un misil que pueda golpear a Estados Unidos... Si hay una guerra para detenerlo, será allá. Si miles mueren, van a morir allá; no van a morir acá. Trump me lo dijo personalmente”, contó el senador Lindsey Graham a la cadena de noticias NBC.
La oficina de Graham confirmó que el senador relató una conversación que tuvo con el presidente y aclaró que, mientras el presidente “no quiere una guerra”, está dispuesto a empezar una guerra con una potencia nuclear, como lo es el régimen comunista de Corea del Norte.
Graham, uno de los dos senadores por Carolina del Sur desde hace 14 años, fue uno de los republicanos más críticos de Trump durante la campaña presidencial del año pasado, pero en los últimos meses se declaró como “el tipo más feliz en Estados Unidos” por la política exterior adoptada por el magnate republicano.
La guerra “es inevitable si Corea del Norte no cambia porque le están pidiendo al presidente Trump que elija entre la estabilidad regional y la seguridad nacional. Él deberá tomar la decisión que ningún presidente ha querido tomar. Ellos (por sus antecesores) han pateado para delante el tema durante 20 años, pero ya no hay a donde patearlo. Habrá una guerra con Corea del Norte por su programa misilístico, si continúan intentando golpear a Estados Unidos con un ICBM (misil intercontinental)”, contó Graham. “Él (por Trump) me lo dijo y yo le creo”, sentenció el veterano senador de 62 años.
Prueba antimisiles
El domingo pasado, el Pentágono informó que efectuó con éxito una nueva prueba de su sistema antimisiles THAAD en Alaska dos días después de que Corea del Norte lanzara por segunda vez un misil intercontinental y reactivara la tensión en la región y el mundo.
Estados Unidos no sólo contestó con su decimoquinta prueba del sistema antimisiles THAAD, sino que además desplegó dos bombarderos estadounidenses en el mar de Corea para que participaran en ejercicios combinados con las fuerzas aéreas surcoreanas y japonesas, que desplegaron por su parte cazas F-15K y F2, respectivamente.
A esto se sumará hoy miércoles el lanzamiento de un misil balístico intercontinental no armado desde la base Vandenberg de la Fuerza Aérea estadounidense, en el estado de California. El objetivo de la prueba, según informó la propia base, es “validar y verificar la efectividad, preparación y precisión” del sistema.
Obstáculos tecnológicos para el misil balístico
Corea del Norte podría disponer de un misil balístico intercontinental (ICBM) con capacidad nuclear y tener a EEUU en su rango de alcance para el próximo año, pero aún debe superar obstáculos tecnológicos, afirmó un experto estadounidense el pasado lunes.
Michael Elleman, del Instituto Internacional para Estudios Estratégicos y analista del centro de estudio “38 North”, afirmó que, al parecer, el “vehículo de re-entrada”, el que debería conducir la cabeza explosiva de vuelta a la atmósfera terrestre desde el espacio, había fallado en la última prueba realizada por Norcorea.
"Lo más probable es que se haya deshecho en pedazos", explicó. "Antes de romperse por completo, pareció ir perdiendo capas exteriores, y finalmente se desintegró". Su afirmación se basa en un video filmado cuando el misil estaba sobre la isla japonesa Hokkaido y que muestra un objeto en el cielo nocturno estallando a una altitud de entre 4.000 y 10.000 m. Sin una adecuada protección durante la etapa en que el misil vuelve a entrar en la atmósfera terrestre, la cabeza del mismo se puede incinerar. AFP
Los periodistas podrán viajar al país enemigo
EEUU va a permitir que periodistas, empleados de la Cruz Roja y otros trabajadores humanitarios soliciten excepciones de una prohibición de viajes a Corea del Norte que entra en vigor en setiembre.
En documentos subidos a internet ayer, el Departamento de Estado dijo que además de periodistas y trabajadores humanitarios, los estadounidenses cuyo viaje a Corea del Norte “sea del interés nacional” serán considerados para exenciones.
“El Departamento de Estado ha determinado que el grave riesgo para ciudadanos de EEUU de arresto y larga detención representa un peligro inminente a la seguridad física de los ciudadanos estadounidenses que viajan a y dentro de la República Democrática Popular de Corea”, dice una notificación que justifica la prohibición.
Violar la prohibición es un delito con multa y hasta 10 años de prisión. La publicación de las reglas de exención inicia un período de 21 días para comentarios del público, aunque se espera que el gobierno proceda con su implementación. AP