Fiel a su estilo, el presidente estadounidense Donald Trump salió ayer a expresar las palabras justas para recalentar la guerra comercial con China concentrar así todas las miradas antes de la cumbre clave que mantendrá mañana con su par Xi Jinping, en Buenos Aires.
“Todavía falta un largo camino por recorrer”, planteó el mandatario de los Estados Unidos para sumarle suspenso al encuentro bilateral que tendrá mañana con el jefe de la República Popular China, en el marco del foro del Grupo de los 20 (G20) que se realiza en el país.
El encuentro mano a mano, entre Trump y Jinping será determinante, porque no sólo tratarán de declarar un alto al fuego en la dura disputa comercial que llevan adelante y que impacta en todas las economías del mundo, sino también que pondrán a prueba la capacidad del G20 de continuar siendo la principal mesa de discusión de los líderes globales.
El presidente norteamericano redobló la apuesta y, antes de subirse al Air Force One para trasladarse a la Argentina, resaltó los logros de su batalla frontal contra el comercio chino: “Gracias a los aranceles contra China, miles de millones de dólares entran en las arcas de los Estados Unidos".
Trump recomendó a aquellas empresas que sufren los aranceles que trasladen sus fábricas a Estados Unidos. "Si las empresas no quieren pagar aranceles, que produzcan en Estados Unidos".
Más allá de la cargada agenda de actividades que mantendrá en Buenos Aires y que arrancará formalmente con la reunión bilateral que mantendrá con Mauricio Macri, todas las miradas se centran en lo que sucederá mañana durante la cena que compartirá con el mandatario chino.
En ese cónclave podría haber una definición, o por lo menos avances, para dejar atrás la guerra comercial entre las dos mayores potencias económicas que representa un peligro cada vez más grande para la economía mundial.
China expresó ayer su esperanza en alcanzar “resultados positivos” en la cumbre que mantendrán Trump y Jinping porque, remarcaron, “lo esencial de la colaboración comercial entre China y Estados Unidos es el beneficio mutuo”.
"Esperamos que Estados Unidos vaya en el mismo rumbo que China, esforzándose para conseguir resultados positivos en el encuentro", expresó el portavoz del Ministerio de Comercio, Gao Feng.
En una entrevista con el diario Wall Street Journal publicada este martes, Trump consideró "muy improbable" una postergación de la subida de aranceles al 25 % para bienes por valor de 200.000 millones de dólares importados de China, como quiere Pekín mientras las dos partes negocian.
Según dijo, si no se llega a un acuerdo con Xi Jinping para la apertura de su mercado a las exportaciones estadounidenses, proseguirá con su presión comercial sobre la segunda economía mundial gravando otros bienes sobre los que aún no ha aplicado subidas arancelarias.
En septiembre, EEUU impuso un arancel del 10 % a 200.000 millones de dólares de importaciones chinas, que subirá al 25 % en enero de 2019, y ha amenazado con gravar bienes por otros 267.000 millones de dólares.
Por su parte, Pekín ha criticado la agresiva política comercial de Washington "por sus dañinas consecuencias" y ha aplicado medidas recíprocas a más de 60.000 millones de dólares en importaciones estadounidenses.
Los Estados Unidos exportaron a China en 2017 productos por valor de 130.000 millones de dólares, mientras que el país asiático exportó al mercado estadounidense 506.000 millones de dólares.