El presidente estadounidense Donald Trump dio su apoyo claro ayer a la campaña diplomática y económica de Arabia Saudita y otros países de la región para aislar a Catar, acusado de "apoyar al terrorismo".
En un inesperado movimiento contra un aliado clave de Estados Unidos, Trump insinuó que Qatar, donde se encuentra la mayor base estadounidense en Oriente Medio, financiaba a los extremistas, respaldando así el bloqueo diplomático contra el emirato.
“Durante mi reciente viaje a Medio Oriente afirmé que el financiamiento de la ideología radical debía cesar. Los dirigentes apuntaron a Catar y miren!”, escribió en su cuenta de Twitter, refiriéndose a su viaje a Riad el mes pasado.
“Posiblemente esto será el principio del fin del horror del terrorismo”, tuiteó.
El lunes, Arabia Saudita, Baréin, Emiratos Árabes Unidos, Yemen y Egipto rompieron relaciones diplomáticas con el gobierno de Doha acusándolo de respaldar el terrorismo.
Qatar debe "cambiar de política", "cesar de dar apoyo a los grupos extremistas" y a "los medios de comunicación hostiles" y dejar de injerir en los asuntos de sus vecinos, insistió ayer desde París el canciller saudí, Adel Al Jubeir.
Aliado militar
Al bloqueo diplomático se sumaron medidas económicas, como el cierre de las fronteras terrestres y marítimas entre estos países y Qatar, la prohibición de todos los vuelos con procedencia y destino a ese país y la orden a los ciudadanos qataríes de abandonar el territorio de los estados concernidos en un plazo de 14 días.
Además, Qatar fue excluido de la coalición militar árabe, dirigida por Riad, que combate a los rebeldes proiraníes en Yemen.
En Qatar se encuentra la mayor base aérea estadounidense en la región, con 10.000 hombres y sede del mando militar norteamericano en Oriente Medio.
Esta base es crucial para la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Siria e Irak llevada a cabo por una coalición internacional, liderada por Washington y de la que forma parte Doha.
La crisis “no ha tenido impacto en nuestras operaciones en Catar o en lo relativo a los permisos de vuelo a su alrededor”, aseguró un portavoz del Pentágono.
Las primeras consecuencias de la ruptura ya se han hecho patentes, con docenas de vuelos cancelados y el espacio aéreo de los países implicados vetado a los aviones cataríes, mientras que en Doha crecía el temor a una posible escasez de alimentos.
Suspenden vuelos
Seis compañías del Golfo y EgyptAir suspendieron "hasta nueva orden" sus vuelos desde o hacia Doha, lo que desató quejas de los viajeros.
Además, la aviación civil saudí prohibió sobrevolar su territorio a las compañías aéreas de Qatar a partir de ayer. Esta medida causará desvíos, retrasos y aumento en los costes de explotación.
Por su parte, Qatar Airways anunció haber suspendido sine die todos los vuelos hacia Arabia Saudí, Emiratos, Baréin y Egipto.
Ante esta situación, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) pidió que se restablezcan los enlaces, advirtiendo de graves perturbaciones para los viajeros.
"Aceptamos que los países tienen el derecho de cerrar las fronteras", pero "se necesita restablecer la conectividad con Catar lo más pronto posible", dijo su director general Alexandre de Juniac.
Varios países intentan mediar en esta crisis, la más grave desde la creación en 1981 del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG).
Identificaron al tercer agresor del atentado en Londres
La policía británica identificó ayer al italiano Youssef Zaghba, de 22 años, como el tercer autor del atentado de Londres, entre crecientes críticas al gobierno a dos días de las elecciones.
De este modo, trasciende la identidad del último autor del atentado que dejó siete muertos, después de que la policía difundiera el lunes las de Khuram Shazad Butt, un británico de 27 años nacido en Pakistán, y Rachid Redouane, un marroquí de 30.
Los tres murieron en el atentado, pero antes mataron a siete personas e hirieron a decenas, atropellando primero a los transeúntes del London Bridge y acuchillando luego a clientes y trabajadores de los bares y restaurantes de Borough Market.
El comunicado policial aclara que Zaghba, "un italiano de ascendencia marroquí", no había estado nunca bajo el radar "ni de la policía ni del Mi5", los servicios de inteligencia. Sin embargo, un procurador italiano aseguró que Zaghba había sido señalado a Gran Bretaña como "posible sospechoso" en marzo de 2016.
Giuseppe Amato, procurador de Bolonia, afirmó que habían advertido a Londres acerca de Zaghba después de que éste hubiera sido detenido en Bolonia cuando pretendía volar a Turquía para ir luego a Siria. Según Amato, "en un año y medio, Zaghba estuvo 10 días en Italia y estuvo siempre bajo seguimiento por la policía" pero "no había pruebas de que fuera un terrorista".
Por otro lado, la policía anunció la detención ayer de un hombre en el barrio de Barking, en el este de Londres, en el marco de la investigación. Las doce personas anteriormente detenidas fueron liberadas sin cargos.
Casi 140 imanes de todo el Reino Unido rechazaron oficiar los funerales por los tres autores. “Sus acciones indefendibles son completamente contrarias a las enseñanzas del Islam”, afirmaron los imanes en un comunicado.
El país se detuvo durante un minuto de silencio en recuerdo a las víctimas del atentado. En la capital, el sonido de las campanas del Big Ben a las 11 (7 argentina) fue la señal para que los londinenses se detuvieran y recordaran a las víctimas del tercer atentado sufrido en el país en menos de tres meses.