Trump, el interés y los políticos

Trump, el interés y los políticos

Trump es ahora presidente. No cabe duda de que puso todo su interés en lograr ese objetivo.

A lo largo de mi vida, he podido apreciar lo importante que es poner interés en lo que se hace, para lograr cosas que de otra manera podrían aparecer como imposibles.

Me ha tocado verlo en mi familia y fuera de ella

He conducido grupos de personas, en los ámbitos más diversos, siempre elegidos entre los mejores, y a los cuales lo único que hizo falta para lograr el objetivo propuesto fue contagiarles un interés común, y que todos participaran de la alegría de lograr el cometido.

Soy profesor desde hace 40 años, y todos los años descubro que una vez que logro pasarles a los chicos el interés de aprender lo que enseño, lo demás viene solo: aprenden porque les gusta, porque les interesa. Mi función pasa a ser simplemente acercarles los medios para que eso ocurra.

Por eso, viendo a mi alrededor ciertos problemas de nuestra sociedad, fundamentalmente los más acuciantes, la inseguridad y el narcotráfico, y viendo la imposibilidad de la estructura formal política de hacer frente a su solución, no me cabe menos que concluir, basado en mi experiencia, que no los arreglan simplemente porque no les interesa.

No les interesa saber la cantidad de niños que mueren en las guardias de los hospitales los viernes o sábados a la noche por sobredosis e ingesta de sustancias raras, por puñaladas de tipos que querían su celular o sus zapatillas o simplemente cagarles (sic) la vida.

No les interesa saber cuántos chicos van a la escuela sin la cena del día anterior ni el desayuno, y que muchas maestras les dan parte de su propia merienda porque a veces "no hay partida" para el desayuno escolar.

No les interesa que un montón de personas se mueran por falta de un antibiótico básico ante una infección menor.

Definitivamente, no les interesan sus semejantes, ni siquiera porque los votaron, ni tampoco por vergüenza ante Dios.

No soy quien para juzgar por qué no les interesa. Me afloran los más aviesos pensamientos, pero lo concreto, interés, no tienen. Solo ellos, y Dios (no la estructura eclesiástica, que puede estar contaminada del mismo problema), sabrán la causa de su complicidad o falta de interés, que al fin es lo mismo.

Todo esto incluye al periodismo, mudo testigo y cómplice necesario de todo este proceso, tanto los que aparecen en contra como los decididamente a favor, según su turno y según les toque, en un organizado ballet de la oposición y el favoritismo.

Lo cierto es que toda la estructura ha logrado un nivel de comodidad que hace que solo les interese seguir formando parte del sistema, para permanecer cómodos, ya sea de un lado del mostrador o del otro; estar uno u otro en el gobierno es solo un cambio de ñoquis.

Y de pronto aparece Trump, y el Brexit, los catalanes y algún otro loco suelto como yo, desafiando la comodidad de la estructura.

¡Bienvenidos, todos! Hace falta quién desafíe el confort en el que viven quienes se enriquecen gracias a la inoperancia, o la complicidad del sistema que los contiene.

Espero que Dios guíe los pasos de todos estos desafiantes, entre quienes me incluyo, para lograr derribar los andamios de confort en que hasta ahora vivieron quienes lucraron gracias a la miseria, la inseguridad, la guerra y el narcotráfico, o por su indiferencia frente a todos esos males.

Creo que comienza una nueva era, en la cual las viejas estructuras al menos deberán demostrar que sirven, o quedarán en evidencia, y fuera de servicio, como los barcos viejos.

Veo muchas caras de miedo y discursos grandilocuentes. Los mercaderes de la miseria, del narco-gobierno, de la guerra y de la inoperancia están preocupados.

Me alegro, veremos qué pasa, esto recién empieza.

Enrique Aldo García
DNI 11.155.400

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