El presidente estadounidense Donald Trump puso a las dos mayores economías del mundo al borde de una guerra comercial, al anunciar ayer aranceles de 25% sobre 50.000 millones de dólares en productos chinos a partir del 6 de julio.
Pekín respondió inmediatamente con su propio anuncio de aranceles, y detalló planes de gravámenes sobre 545 exportaciones estadounidenses, incluyendo productos agrícolas, autos y pescados y mariscos, de acuerdo con un reporte del Wall Street Journal.
Al anunciar los aranceles estadounidenses, Trump dijo que cumplía una promesa de campaña de combatir lo que dijo son prácticas comerciales injustas de China y los esfuerzos chinos para obtener ilícitamente tecnología y propiedad intelectual estadounidenses.
"Tenemos un gran poder intelectual en Silicon Valley, y China y otros se roban esos secretos", dijo Trump en el programa televisivo "Fox & Friends". "Vamos a proteger esos secretos. Son el tesoro más valioso de este país".
Gravados y eximidos
Los nuevos aranceles estadounidenses abarcan 1.102 líneas de productos chinos valorados en 50.000 millones de dólares al año. Están incluidos 818 productos, valorados en 34.000 millones de dólares, de una lista de 1.333 que el gobierno había dado a conocer en abril. Tras recibir comentarios del público, Washington sacó 515 productos de la lista, incluyendo televisores y algunos medicamentos, de acuerdo con un alto funcionario del gobierno que habló con periodistas a condición de preservar su anonimato.
El gobierno grava otros 284 productos chinos que dice se benefician de las políticas industriales intimidatorias de Pekín y que están valorados en 16.000 millones de dólares al año. Pero no impondrá esos aranceles hasta que recolecte más opiniones de los consumidores.
Las compañías estadounidenses que dependen de las importaciones afectadas -y no puedan encontrar substitutos-pueden solicitar exenciones de los aranceles.
El gobierno está tratando de proteger a los consumidores de un impacto directo de los aranceles, que equivalen a un impuesto sobre las importaciones. Los aranceles afectan mayormente a los sectores de maquinaria industrial, piezas de la industria aeroespacial y tecnología de comunicaciones de China, y soslayan bienes de consumo como celulares, televisores, juguetes y ropa.
Esos aranceles impondrán costos mayores a las compañías estadounidenses que usan el equipo. Y, con el tiempo, esos costos pudieran ser pasados a los consumidores. Pero el impacto no va a ser tan obvio como lo sería si los aranceles fuesen sobre productos al consumidor.
El gobierno caracterizó los aranceles anunciados ayer como completamente apropiados.
“Es exhaustivo, es moderado, es apropiado”, dijo el representante comercial estadounidense Robert Lighthizer en Fox Business Network. “Espero que no lleve a una reacción apresurada de China”, agregó.
El contraataque
Pero el Ministerio de Comercio de China dijo en un comunicado que "el lado chino no quiere librar una guerra comercial, pero frente a la miopía del lado estadounidense, China tiene que contraatacar con fuerza".
“Introduciremos inmediatamente medidas en la misma escala y de igualdad impositiva, y todos los logros económicos y comerciales alcanzados por ambas partes serán invalidados”, añadió.
El anuncio hizo caer el precio de la soja y otros granos
La soja cayó en la semana cerrada ayer y arrastró a los otros granos en la bolsa de Chicago, cuando Estados Unidos impuso aranceles a China que hacen temer represalias de Pekín.
El bushel de soja (unos 25 kilos) para entrega en julio cayó ayer a 9,0550 dólares desde los 9, 6925 de hace una semana(-6,58%) y quedó en su peor valor en un año.
Ayer, el presidente Donald Trump anunció tarifas aduaneras de hasta 25% para importaciones chinas por 50.000 millones de dólares. La sanción fue impuesta a productos tecnológicos pero el mercado agrícola estadounidense, teme que Pekín tome medidas de represalia que lo afecten.
"Esto eleva el temor a que China se tome revancha con la soja" , dijo Dewey Strickler de Watch Market Advisors. Pekín es el principal comprador de soja de Estados Unidos.
El desplome de la soja arrastró a la baja al trigo y al maíz, dijeron analistas.
El bushel trigo para julio terminó a 4,9950 dólares contra 5,2000 del viernes pasado (-3,94%).
El bushel de maíz, también para julio cedió a 3.6125 dólares desde 3,7775 de una semana atrás (-4,37%).