El presidente de EE.UU., Donald Trump, prometió hoy "reconstruir" el Buró Federal de Investigaciones (FBI), cuya labor ha criticado duramente por el manejo de la investigación de la supuesta interferencia rusa en las elecciones de 2016, sobre la cual insiste que su equipo de campaña no tuvo nada que ver.
"Es una vergüenza lo que pasó con el FBI. Pero vamos a reconstruir el FBI. Será mayor y mejor que nunca", declaró Trump a los medios, minutos antes de participar en la ceremonia de graduación celebrada hoy en la academia nacional del Buró Federal de Investigaciones (FBI), que se encuentra en Quantico (Virginia).
No es la primera vez que Trump acusa al FBI de apoyar una campaña orquestada por su rival en los comicios del pasado año, la demócrata Hillary Clinton, con el objetivo de poner en duda su legitimidad como presidente, cuando -según Trump- fue ella quien habría trabajado con contactos rusos para dañar la candidatura del ahora mandatario.
En las últimas semanas, Trump se ha aferrado al hecho de que el pasado verano el fiscal especial que investiga la llamada "trama rusa", Robert Mueller, apartó de la investigación a un agente al descubrir que había escrito una serie de mensajes de texto en los que se mostraba contrario a la política del actual presidente.
El hecho de que este mismo agente participara en 2016 en la investigación sobre el uso que Clinton hizo de servidores de correo privados para tratar asuntos oficiales cuando era secretaria de Estado (2009-2013), pesquisa que acabaría siendo cerrada poco antes de las elecciones, ha dado alas a las sospechas de Trump.
"Es un montaje de los demócratas, una excusa por haber perdido las elecciones", dijo Trump minutos antes de dirigirse a los nuevos cadetes del FBI a los que, pese a las críticas, aseguró que cuentan con "un amigo leal" en la Casa Blanca.
Con este contundente mensaje, el presidente volvió a desmarcarse de las acusaciones que señalan a su equipo de campaña de haber conspirado con fuentes del Gobierno ruso, lo que podría dar pie a que se abriera un proceso destituyente en su contra.
De acuerdo con el mandatario y a pesar de que las investigaciones continúan su curso, "hasta los demócratas" admiten que no se produjo ninguna colusión con el Kremlin, y acusó a Clinton de haber "amañado el sistema".
Durante su participación en el acto de graduación, el presidente hizo una ferviente defensa de las fuerzas del orden e insistió en la necesidad de acometer una serie de cambios legislativos con el objetivo de reforzar la seguridad en el país.
"Protegeremos a aquellos que nos protegen. Y creemos que aquellos que matan a nuestros agentes de policía deberían ser sentenciados a la pena de muerte", dijo.
Trump denunció el repunte de violencia que se registró en el país en los años 2015 y 2016, y citó los ejemplos de Chicago, donde una persona recibe un disparo cada tres horas, y de Baltimore, ciudad en la que una persona es asesinada cada día.
El presidente defendió la necesidad de cambiar las leyes migratorias para acabar con la entrada legal de aquellos inmigrantes que llegan al país y acaban involucrándose en el crimen organizado o en actos de terrorismo.
"¡Qué sistema! Le hemos pedido al Congreso que acabe con el sistema de lotería y con la inmigración en cadena y que lo sustituya por un sistema de méritos", afirmó Trump, quien criticó que tanto el proceso de sorteo como el de reagrupación familiar posibilitan la entrada de criminales en el país.
Por último, Trump denunció que haya ciudades que se hayan convertido en "santuarios" para los criminales por negarse a aplicar algunas de las medidas adoptadas por el actual Gobierno con el fin de identificar y deportar a todos aquellos inmigrantes ilegales que se encuentran en territorio estadounidense.
Un total de 222 nuevos agentes del FBI, de 49 estados diferentes, se graduaron tras haber completado el curso de 11 semanas en el que recibieron formación sobre liderazgo, comunicación avanzada y condiciones físicas.