El millonario Donald Trump venció ayer en las primarias del Partido Republicano en Indiana y ya tiene al alcance de las manos la nominación para las elecciones presidenciales de noviembre, a pesar del movimiento para detener su marcha.
De acuerdo a todas las proyecciones, Trump consiguió alrededor de 50% de los votos en Indiana, destrozando así las ilusiones del ultraconservador senador Ted Cruz -quien anoche habría tomado la decisión de bajarse de la candidatura, dejándole el camino libre al magnate-, y del moderado gobernador de Ohio, John Kasich.
Se trata de una victoria mayúscula para Trump, por aplicarle un golpe devastador a las tentativas de impedir que garantice su nominación antes de la convención partidaria, prevista para julio en Cleveland.
El magnate precisa sumar 235 delegados para garantizar la candidatura presidencial a las elecciones de noviembre y evitar una difícil negociación en la convención Republicana.
En Indiana estaban en juego 57 delegados: 30 son para quien gane la primaria del estado. Los 27 restantes se distribuyen en partes iguales entre los nueve condados del estado, y terminan en la bolsa del candidato más votado en cada uno de esos distritos.
En tanto, entre los Demócratas, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton aparecía levemente por delante del senador Bernie Sanders. Clinton precisa sumar aproximadamente 200 delegados para sellar la difícil disputa con Sanders. Bajo el sistema demócrata de distribución proporcional de delegados, aún perdiendo ajustadamente en Indiana, Clinton seguirá sumando.