Silvio Trucco, el encargado de dirigir el próximo jueves el primer Boca-River de la Sudamericana, tuvo una tarde poco feliz en el Malvinas. Luego de un primer tiempo en el pasó casi inadvertido (quizá debió expulsar a Jara por una patada en el piso a García Guerreño), el juez fue protagonista de varias polémicas en el complemento.
En la primera, a los 14’ Correa encaró, se metió en el área y la tiró larga ante la marca de Zuqui y, cuando la fue a buscar, tocó la pelota y luego hubo un contacto del volante de Godoy Cruz. Era penal.
El juez no sólo no lo sancionó, sino que tampoco amonestó a Correa. “Hay un contacto propio del juego que el árbitro no considera penal”, explicó luego. Dos minutos después, Cerutti le entró con todo a Fernández y sólo amonestó al ex Olimpo. Era para roja.
A los 23’, tras un lateral hacia el área, la pelota picó y García Guerreño extendió su brazo derecho para frenar el recorrido del balón. Ante el reclamo de todo Estudiantes, el juez hizo caso omiso. Error: fue penal. “No hubo intención”, explicó luego.
Y en la de última, a los 48’, Zuqui la para en el área, Goñi lo tapa de frente, pero Cerutti toca de atrás al volante. Era penal. “Tumulto propio de una pelota que no tiene posición, el jugador se ve apretado con los rivales, se cae y toma la pelota con la mano y cobro mano”, explicó.
Sobre el súperclásico del jueves, dijo: “Es el sueño de todo árbitro. Jugué al fútbol en Peñarol de Rafaela, pero por eso me tuve que dedicar al arbitraje, je”, contó cuando dejaba el Estadio.