José Luis Toso - jtoso@losandes.com.ar
El oficialismo provincial parece encaminarse hacia una victoria clara en las elecciones primarias del próximo domingo, según encuestas que se manejan antes del cierre de la campaña.
Dicen en el espacio liderado por Cornejo que éste tiene en su poder distintas mediciones, pero todas “guardadas bajo siete llaves”. Esos números le sirven al Gobernador para mantener la curiosidad entre los dirigentes, evitar que algunos se confíen y, a la vez, ir adaptando la estrategia a los vaivenes de la intención de voto de la gente.
Hay quienes auguran una victoria del sector liderado por el radicalismo hasta por 20 puntos porcentuales y otros, la mayoría, los más cautos, opinan que la diferencia estará muy ligada al impacto causado por las medidas económicas directamente vinculadas con el gobierno de Macri. Allí se observaría un descenso en los números que, de todos modos, no ponen en riesgo la supremacía de Cambiemos.
Aseguran que el Gobernador “prefiere ser pesimista” y apostar a una elección más reñida en los guarismos. El peor escenario que estarían manejando en el oficialismo arroja una diferencia favorable de sólo seis puntos porcentuales con el frente que encabeza el justicialismo y sin llegar al 40 por ciento. Pero, obtener una ventaja de 20 por ciento dejaría más que satisfecho al oficialismo.
Ayer la consultora Diagnóstico y Análisis difundió un trabajo que destaca que, precisamente, los candidatos de Cornejo alcanzan los 40 puntos, otorga 27 al justicialismo y 17 a la izquierda. Como comentario se indica que hay “poco y nada” conocimiento de los precandidatos y escaso clima de campaña, detalles que, incluso, son compartidos por quienes serán participantes de la contienda electoral.
Otra fuente consultada, que no ha difundido trabajos por el momento, opinó que es muy difícil que el oficialismo local gane por una diferencia menor a diez puntos. Y plantea otro detalle no menor: el porcentaje de ausentismo que se registre en estas PASO, que son obligatorias, pero seducen cada vez menos a la ciudadanía. En principio, de eso dependería que el cornejismo pudiese ampliar la diferencia. Hay que tener en cuenta que cuanto menor es el grado de participación de los votantes, más se benefician electoralmente los sectores que mayor y más leal calidad de militancia tienen.
Por otra parte, lo que ocurra en las PASO le servirá a Cornejo para planificar la campaña hacia las elecciones definitorias de octubre, cuando se elija a los diputados nacionales y a los legisladores que renovarán la cámaras locales, la gran obsesión que tiene el gobierno provincial, necesitado de, por lo menos, renovar la cantidad de bancas que pone en juego para no pasar sobresaltos innecesarios en la segunda parte de la gestión.
Caciques bravos. Si bien el escenario provincial presenta internas en los dos sectores mayoritarios, a simple vista la disputa que le toca al oficialismo es más accesible que la del PJ, que tiene tres sectores que estarían peleando con cierta paridad. Incluso, hay lugares, como Tunuyán, donde la campaña ha levantado temperatura entre el oficialismo partidario, referenciado en el intendente Martín Aveiro, y el grupo que encabeza Jorge Tanús, que tiene en otra gran referente de esa zona del Valle de Uco, Patricia Fadel, su expresión más destacada.
Hay coincidencias en que Tunuyán estaría presentando las primarias abiertas más “picantes” de la provincia en virtud del antagonismo entre el intendente y Fadel, que dejó momentáneamente el sector Azul para sumarse a la lista de Tanús y así darle pelea a Aveiro, que como el resto de los “caciques” justicialistas está alineado con la lista que lidera Omar Félix.
La tensión de esta interna departamental hace que el oficialismo (UCR más Pro) mire con asombro la pelea en ese terruño y trate de “pasar por el medio” para intentar dar una sorpresa en las urnas.
Si nos trasladamos a la general provincial, ya nadie duda en el peronismo que el sector K, que encabeza “Juani” Jofré, puede dar una sorpresa en las PASO y quedar integrado a las listas definitorias hacia las legislativas de octubre.
Cuestión de estilos. Siempre en lo que se refiere a la campaña, sobre el comienzo de la semana hubo una crítica casi unánime desde la oposición hacia el gobernador Cornejo por su protagonismo en el proceso electoral. Es indudable que, por su estilo de gestión, la presencia de Cornejo resulta inocultable en momentos como éste. Pero difícilmente corresponda objetar este tipo de participación, ya que es normal que en una elección de mitad de mandato se plebiscite la calidad del gobierno de turno.
Señalan quienes han frecuentado al mandatario provincial recientemente que éste suele decir que, aunque no gusten sus expresiones o gestos, una acción de gobierno debe medirse no por el estilo de quien la ejerce sino por los resultados. Y nadie moverá al Gobernador de esa postura. Opositores que más allá de la rivalidad mantienen amistad con el jefe del Poder Ejecutivo, reconocen que éste llegó para recomponer en gran medida el principio de autoridad que un gobernante debe tener y ordenar el Estado. Las dos gestiones justicialistas, en especial la que le correspondió a Pérez, dejaron a la Provincia en una situación complicada desde todo punto de vista, más allá de que muchos justicialistas no dejen de pasar factura a Cornejo por su influencia para que los dos últimos presupuestos del gobierno de Pérez no hayan sido aprobados en la Legislatura.
En cuanto a la relación con el gobierno de Macri, Cornejo es tajante: no es momento para marcar diferencias. Así lo había manifestado cuando decidió unificar la fecha de elecciones. Ya entonces señalaba que durante la campaña no debía haber ninguna diferencia conceptual o ideológica con la Nación y esa postura es la que se mantiene a pocos días de las PASO.
Saben en el Gobierno que la imagen de la gestión de Macri ha caído bastante (¿10%?) en esta provincia en los últimos meses, salvo en Capital, Godoy Cruz y Luján. Pero la unión con el núcleo nacional del macrismo sigue siendo monolítica y es por ello que Cornejo se erige en el gran referente de la campaña hacia las PASO, para buscar compensar una baja de la imagen presidencial.
