"Ahora tenemos que correr, pero vamos bien". Con esta frase, se refirió Leopoldo Cairone sobre la nueva empresa de Troles que él preside y que en 11 días tuvo que reestructurar una planta de trabajadores con 285 empleados menos.
Paralelamente, el Gobierno tuvo que cumplir con lo que prometió en medio de la polémica, cuando se extinguió la ex EPTM: no dejar a nadie en la calle.
En concreto, la nueva Sociedad de Transporte Mendoza (STM) funciona desde hace 11 días con 190 empleados y no los casi 500 de antes, y con la ventaja de haberse estrenado en enero, mes en el que las frecuencias del transporte en general se reducen en un 30% por las vacaciones.
En total, de los 475 empleados que tenía la ex Empresa Provincial de Transporte de Mendoza, quedaron 115 choferes, 12 administrativos y 63 personas que se reparten entre mecánicos, jefes y encargados. Antes, había 120 personas con cargos jerárquicos.
Entre quienes conducen, hay 18 mujeres. “Cuatro no quisieron quedarse”, señaló el funcionario.
En cuanto a la estructura gremial, la nueva empresa pasó de tener 3 sindicatos y 50 delegados gremiales, a una sola representación, la de Unión Tranviarios Automotor (UTA), con 3 delegados.
“Antes teníamos una gran mayoría de administrativos, por choferes que cambiaban de función”, explicó Cairone y dijo que sin las 285 personas que fueron a otras dependencias del Estado, la empresa de transporte estatal, reestructurada en una Sociedad Anónima, funciona igual.
Por otro lado, en el Gobierno adelantaron que el 10% de los empleados que no quedaron, optaron por el retiro voluntario, es decir, por anticipar su jubilación. En estos casos, se les ofreció una doble indemnización, lo que se efectivizará en seis meses.
Antecedentes y balance
El cambio en cuestión entró en vigencia el 1 de enero pasado y fue el resultado de una de las últimas peleas políticas de 2016, que dio el gobernador Alfredo Cornejo en la Legislatura, antes del receso de verano. Así, la empresa estatal se transformó en una sociedad anónima unipersonal (figura creada por el nuevo Código Civil y Comercial), con participación mayoritaria del Estado.
Los motivos que justificaron el cambio de figura legal de la empresa fueron la caída de la cantidad de kilómetros recorridos de los micros y troles del Estado, una deuda que ascendía a los 90 millones de pesos y la gran cantidad de personal, que se llevaba en sueldo casi la totalidad de los ingresos a la empresa.
Pero tanto en la oposición como en los gremios, la crítica apuntó a que se privatizaría la empresa que tenía 40 años en la calle, y que no había garantía de trabajo para los empleados que ya no iban a ser necesarios.
Pero en el Gobierno aseguraron que no iba a ser así. En este sentido, el Ejecutivo anunciará hoy la conclusión de una serie de encuentros que realizó con las personas a reubicar, con la intención de elaborar un perfil de cada trabajador.
A partir de hoy, comenzarán las entrevistas entre los ex empleados de Troles y los encargados de las áreas de recursos humanos que le tocará a cada uno. En este sentido, los 285 se repartirán entre el Ministerio de Salud, Ministerio de Seguridad, de Dirección Provincial de Vialidad y Dirección de Defensa del Consumidor.
Deudas: empezó desde cero
Una de las preocupaciones que rondaron en el debate de la reestructuración de la empresa de troles fue el aspecto financiero. Además de los casi 300 empleados menos que tiene la flamante STM, otra de las cargas que dejó en el camino fue una deuda de casi 90 millones de pesos que absorbió el Estado.
A su vez, en la nueva empresa esperan que en marzo, cuando la temporada escolar exija aumentar los recorridos, ingresen nuevos coches que vendrían de la Nación.
Según se pudo conocer se trata de 8 o 10 unidades híbridas (funcionan con energía y combustible), que aumentarán la flota actual.
