Andes Talleres y Centro Deportivo Rivadavia se tomaron revancha, ganaron en casa, y llevaron las series de cuartos de final a un tercer encuentro.
Victoria Naranja: un primer cuarto a toda orquesta para el conjunto Naranja. Es que los dirigidos por Fernando Minelli no dejaron una buena imagen en calle Viamonte el último domingo. Por esta razón, saltaron al parquet del estadio Leopoldo Brozovix con la idea de cambiar, principalmente, la actitud. Y Rivadavia recuperó la memoria. Fue un equipo que provocó que Atenas perdiera 7 pelotas en el primer cuarto.
Defensa absoluta, agresiva y presión sobre el balón. De esta manera, terminó el primer capítulo por 12 puntos arriba (16-4). El Apache sólo pudo convertir ¡cuatro puntos! En ofensiva, Rivadavia contó con la cuota goleadora de Abel Trejo, quien convirtió 8 puntos en ese segmento, más el atrevimiento de Stefano Arancibia.
En el inicio del segundo cuarto, Rivadavia siguió con el mismo ritmo y sacó la máxima diferencia del partido (22-4). Martín Ramos, DT Apache, reaccionó y sus gritos retumbaron en el Este. Con un parcial de 6-0, Atenas se puso en juego nuevamente. Sin embargo, en el cierre, dos asistencias de Juan Giaveno, más conversiones de Llaver y Alberici, le permitieron al dueño de casa, irse al descanso largo con una ventaja de 14 puntos: 28-14.
Sin embargo, el inicio del tercer cuarto fue todo Apache. Se puso a cinco puntos (30-25), pero reaccionó el Naranja y con cuatro bombas de tres puntos (Giavenno -2-, Arancibia y Llaver), volvió a tomar una diferencia más que abultada (51-30). El último cuarto estuvo demás, Rivadavia lo definió con jerarquía. El próximo miércoles, se define la historia en el Pozo Apache.
¡Qué triunfo Matador!: en el estadio Salvador Bonanno, Andes Talleres arrancó muy bien tras el salto inicial. Con un goleo repartido de sus iniciales, promedio de cuatro puntos para cada uno, terminó el primer parcial arriba por cuatro puntos: 20-16.
El equipo de Manzana Martínez, no movió el banco de suplentes, sólo tuvo minutos en este segmento Lorenzo Alaniz, destacándose en el goleo Sánchez Sopeña con 6 puntos.
En el segundo capítulo, el Matador siguió con la misma actitud y mantuvo la diferencia (36-31). Junín, recuperó la memoria y se puso en juego a dos puntos antes del capítulo final (53-51). En el último parcial, Talleres, demostró coraje y canto victoria por 77-72 con un Huevo Delmonte a pura magia (21 puntos).