“Justicia para la escuela Lorca”, “Queremos seguridad”, “No robar. Nos perjudican a todos”, son algunas de las frases plasmadas en carteles que rodean toda la escuela Federico García Lorca, ubicada en el barrio Parque Sur de Godoy Cruz. Los mismos fueron confeccionados por los alumnos a modo de protesta porque el fin de semana pasado sufrieron el octavo robo en las instalaciones en los últimos ocho meses.
En esta última oportunidad los malvivientes se llevaron una fotocopiadora, un horno eléctrico y una heladera comercial que estaban en el buffet, pero anteriormente ya habían sustraído los instrumentos musicales, el equipo de sonido, el televisor y varias computadoras, entre otros elementos.
“Ya nos han entrado ocho veces, la primera fue en octubre del año pasado cuando entraron y robaron en el quiosco”, recordó con pesar Adriana Escalante, directora del establecimiento secundario. Desde entonces han ingresado delincuentes en la biblioteca, la sala de informática y los cursos que por las noches permanecen cerrados con candados.
“Lamentablemente estamos trabajando como en el siglo pasado porque como no tenemos servidor los chicos no pueden usar las netbooks, no tenemos televisor para ver videos, ni equipo de sonido para los actos escolares”, enumeró la directiva. Los ladrones también se han llevado elementos insólitos, como un espantapájaros y la media sombra que tenían en una huerta, dos ventanas y las mangueras para apagar incendios.
Lejos de caer en la queja, Escalante busca una manera para proteger la escuela: “No podemos seguir así porque además de afectar el rendimiento pedagógico, esta situación está afectando el ánimo de la comunidad educativa. Los docentes están pidiendo el traslado, los estudiantes se quieren cambiar y los padres tienen miedo de traerlos”, remarcó la mujer.
Una posible solución que ya está bastante avanzada es contar con un sereno que cuide las instalaciones por las noches, horario en que se producen la mayoría de los atracos.
Con respecto a los sospechosos, la Policía cree que se trata de gente del barrio y que actúa con menores de edad porque han encontrado sus huellas digitales. “Hemos podido observar que no es algo contra la institución porque no rompen mucho, pero sí que se llevan cosas que pueden vender”, añadió la directora.
Recuperar lo perdido
Además de la frustración con la que toma cada nuevo robo, toda la comunidad educativa conoce la dificultad de recuperar lo perdido. “No tenemos cooperadora, con lo poco que van aportando los chicos vamos tapando agujeritos, es muy doloroso para nosotros porque con todo esto no podemos salir adelante”, recalcó Escalante.
Con profunda tristeza, la mujer narró que las rejas que los ladrones rompieron durante el fin de semana habían sido compradas gracias a los alumnos que en 2013 ganaron el concurso “Mi factura por favor”. “Los chicos del último año ganaron un viaje y además les dieron $ 20.000 que gastamos en poner rejas tratando de protegernos”, señaló la directora.
Para ella lo peor de esta situación es que perjudica a los estudiantes: “Es una pena porque somos una institución en la que peleamos para que los chicos se sientan incluidos. Lo que más nos interesa es que tengan estudios superiores y lo estamos logrando, pero en todo momento nos sentimos nadando contra la corriente”.
Abrazo a la escuela
Una forma pacífica que encontraron los alumnos para manifestarse en contra de tantos hechos delictivos fue un abrazo al establecimiento que llevaron a cabo el martes por la mañana.
“Hicimos carteles y salimos con los profesores porque no queremos que nos sigan robando”, relataron los estudiantes de primer año. “Hay días que hemos llegado y nos hemos encontrado sin ventanas y sin luz”, comentó una de ellos, Agostina Morales.
Vanesa Gómez, otra alumna, contó que hoy no pueden comprarse la merienda porque el quiosco no está en funcionamiento: “Desde que lo robaron nos quedamos sin comida para los recreos”. Además los chicos sufren de actos vandálicos mientras están en las instalaciones. “A veces estamos haciendo gimnasia y nos tiran piedras del otro lado”, expuso el alumno Rodrigo Castro.
Búsqueda de soluciones
Desde la DGE son conscientes de la difícil situación que atraviesa la García Lorca. “Hemos tratado de acompañar a la comunidad educativa. Como les han robado muchos implementos tecnológicos los vamos a ir reponiendo de a poco dentro de las posibilidades”, aseguró Mariana Gómez Centurión, directora de Educación Secundaria.
La funcionaria manifestó también que están acordando con el Ministerio de Seguridad una solución para atender la problemática de la institución. “Adentro de la escuela se trabaja muy bien, pero los robos en forma reiterada desaniman a cualquiera”, reconoció.
Como medida más inmediata se nombrará un sereno y desde Infraestructura Educativa se elevará la medianera, ya que al ser muy baja les facilita la entrada a los malvivientes. Además, le van a colocar concertina para obstaculizar aún más el ingreso.
