Tributo a un legado arquitectónico

En recuerdo de Oscar Niemeyer, gran urbanista brasileño recientemente fallecido.

Tributo a un legado arquitectónico

"De un trazo nace la arquitectura"
Niemeyer

A 10 días de cumplir 105 años falleció (el 5-12-12) Oscar Ribeiro de Almedia Niemeyer Soares (brasileño). Como introducción me surgen estas simples pero sentidas palabras: "Se retiró de este mundo un hacedor de formas plásticas, que dejaron una impronta en el arte del diseño arquitectónico".

Ha sido uno de los arquitectos más longevos que se mantuvo activo profesionalmente. Se graduó en 1934 y proyectó durante 78 años. Caso similar al de Mario Roberto Alvares (argentino), quien falleció (5-11-11) a los 97 años (a 9 días de cumplir 98 años). Graduado en 1937, estuvo activo durante 74 años.

Ambos convivieron en una época cuando la arquitectura de América Latina comenzó a destacarse a nivel internacional, cuando hicieron punta con sus diseños. Es destacable la similitud o coincidencia de ambos en cuanto a años de ejercicio profesional, los días que faltaban para sus cumpleaños y casi el año entre sus fallecimientos.

Niemeyer es sinónimo de Brasilia y viceversa. La Ciudad Capital y sede del Gobierno brasileño es un ícono urbanístico y arquitectónico, siendo la primera ciudad planificada y ediliciamente diseñada para esta función.

El mentor de la nueva capital fue el presidente Juscelino Kubitschek a partir de un concurso nacional de ideas, siendo seleccionada la propuesta urbanística del arquitecto-urbanista Lucio Costa (1902-1998). El equipo se conforma además con Oscar Niemeyer (responsable de las obras de arquitectura) y Roberto Burle Marx (1909-1994) a cargo de los proyectos paisajísticos.
La construcción comenzó en 1956 y simbólicamente se inaugura el 21-4-1960. La Unesco la declara Monumento Patrimonial de la Humanidad en 1987.

Algunas de las más destacadas obras de Niemeyer en Brasilia fueron: Palacio de la Alvorada (1956), Palacio del Planalto (1958), Congreso Nacional (1958), Catedral Metropolitana (1958), Palacio de Itamaraty (1962).

De otras tipologías edilicias rescato como obras importantes: Ministerio de Educación y Salud (1936 -Brasil) con participación de Le Corbusier, ONU (Sede-EEUU-1947), Museo de Arte Moderno (Caracas - Venezuela-1954), Universidad de Constantine (1ªetapa-Argelia-1969), Centro Cultural de Le Havre-Le Volcan (Francia-1972), Museo de Arte Contemporáneo (MAC - Brasil-1991), Museo de Arte Contemporáneo de Niteroi (1996-Brasil), Auditorio en Ravello (2000-Italia), Serpentine Gallery Pavillion (2003-Reino Unido), Puerto de La Música (2008-Argentina-no construido a la fecha).

"Los ángulos rectos no me atraen. Tampoco la línea recta, dura e inflexible creada por el hombre", decía en su autobiografía "Las Curvas de Tiempo" de 1998. Esta manifestación sintetiza el por qué de la plástica de sus formas, buscando la sensación de "continuidad" del volumen edilicio.

Recordemos los homenajes que recibió de algunos de los arquitectos actuales más reconocidos mundialmente:

Norman Foster (1936-Reino Unido): "Me entristeció profundamente la noticia del fallecimiento de Oscar Niemeyer. Él fue una inspiración para mí  y para una generación de los arquitectos. Demuestra que cuando una forma crea belleza se convierte en funcional y por lo tanto fundamental en la arquitectura. Era audaz, escultural, colorido y libre".

Saha Hadid (1950 - iraquí): "Oscar era un caballero y un arquitecto verdaderamente fantástico, un talento virtuoso. Su trabajo visionario ha tenido la más profunda influencia, con el más alto grado de originalidad y sensibilidad espacial. Empujó su trabajo a un nivel mucho más alto, con la capacidad del hormigón que se vierte en formas bellas, líquido. Su importancia para la arquitectura en el siglo XX no puede ser sobreestimada. Nuestra profesión ha perdido una gran voz".

Richard Rogers (1933- ítalo/británico): "Oscar Niemeyer fue uno de los últimos grandes maestros modernos, junto con Wright  y Le Corbusier. Su influencia se dejó sentir en todo el mundo y en ninguna parte más que en su Brasil natal, donde sus edificios representan la unión perfecta entre la arquitectura, la naturaleza, la cultura del país y su gente. La comunidad de arquitectos ha perdido a un hombre creativo y cultural de hoy, pero su legado vivirá".

Es llamativa no sólo su creatividad sino la voluntad y placer por seguir diseñando arquitectura.
Para cerrar este homenaje, me parecen oportunas las palabras del Dr. Fernando Gjorup, médico de Niemeyer quien dijo: "El arquitecto trabajó en proyectos en trámite en los días previos a su muerte, teniendo la visita de ingenieros y otros profesionales. Lo más impresionante es que su cuerpo sufría pero su mente estaba lúcida", dijo en rueda de prensa y agregó: "Él no hablaba de la muerte, nunca habló de la muerte. Hablaba de la vida".

Las opiniones vertidas en este espacio, no necesariamente coinciden con la línea editorial de Diario Los Andes.

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