El embajador designado por el autoproclamado "presidente encargado" de Venezuela, Juan Guaidó, para Estados Unidos, Carlos Vecchio, anunció ayer que tomó el control de tres sedes diplomáticas en el territorio norteamericano.
Según el comunicado enviado por Vecchio, se trata de dos sedes diplomáticas en Washington –las agregadurías de defensa y aérea y naval–, donde él mismo ha encabezado el acto de apoderamiento, y del consulado en Nueva York, el cual fue ocupado por Gustavo Marcano.
El equipo de Vecchio aclaró que esta acción se realizó “en comunicación constante con el Gobierno de Estados Unidos y en perfecto respeto, apego y cumplimiento de las normas y leyes internas del país anfitrión de la misión venezolana”.
“Seguimos recuperando el patrimonio de la nación”, proclamó Vecchio. “De acuerdo con el compromiso que asumió el presidente interino Juan Guaidó, estamos recuperando y protegiendo los activos del pueblo venezolano para evitar que el régimen usurpador se los siga robando y destrozando como ha hecho los últimos 20 años”, dijo.
Vecchio denunció que, en el caso concreto de estas sedes diplomáticas en Washington y Nueva York, el Gobierno de Nicolás Maduro intentó venderlas para quedarse con el dinero de la operación inmobiliaria, al tiempo que ha reprochado al líder chavista el precario estado en que se hallan.
“La sede de la Agregaduría Aérea y Naval en Washington está inhabitable, en ruinas y desmantelada”, dijoVecchio. De acuerdo con el comunicado, Marcano “también constató daños y desmantelamiento” del consulado de Nueva York. “Eso es a lo que el usurpador ha sometido a nuestro pueblo”, ha espetado el ‘embajador’ de Guaidó.
Por otro lado, el equipo de Vecchio ha anunciado que en los próximos días abrirá un registro consular a través de una página web "para que los venezolanos en Estados Unidos puedan registrarse y así obtener una radiografía precisa de cuáles son las principales necesidades de la diáspora y activar progresivamente los procedimientos correspondientes".
La crisis en Venezuela se agudizó el 23 de enero, cuando Juan Guaidó se autoproclamó “presidente encargado” en respuesta a la decisión de Maduro de tomar posesión para un segundo mandato que apenas cuenta con reconocimiento internacional.
