Polémico crecimiento de casos de "justicia por mano propia"

En sólo veinte días tres supuestos ladrones, todos jóvenes, fueron muertos por sus víctimas. En los tres casos hasta ahora se considera que los ejecutores actuaron en legítima defensa

Polémico crecimiento de casos de "justicia por mano propia"

En los últimos 20 días tres supuestos ladrones han sido ultimados en situaciones de robo.

Los tres fueron asesinados con armas de fuego y quienes los mataron se encuentran libres debido a que la Justicia considera que fueron asesinatos en un marco de legítima defensa.

Pese a eso, la investigación de los casos sigue adelante.

La fiscal de Homicidios Claudia Ríos tiene entre sus causas las muertes de  Matías Nicolás Aguilar (20), Jorge Araujo (24) y Javier Mendoza (16), tres jóvenes que fueron asesinados en los departamentos de Guaymallén y Las Heras.

Los tres murieron durante robos en los que, según dicen las investigaciones, ellos eran los autores. La cifra de tres sujetos muertos en situación de atraco en un mes no es poca y deja al descubierto la inseguridad que se vive.

Aguilar murió en el hospital Central después de algunas horas de agonía. Recibió dos disparos (uno en el cuello y otro en la frente) de un arma de grueso calibre cuando estaba subido al auto de la familia a la que había asaltado momentos antes.

El hecho ocurrió el viernes 14 de octubre en una casa de Los Corralitos en Guaymallén.

En medio del atraco en que Aguilar y sus cómplices comenzaron a cargar artículos de valor de las víctimas del robo en un VW Gol -también de los propietarios de la casa- alguien hizo sonar una alarma y pronto se produjo un tiroteo que habría ocurrido entre los dueños de la vivienda y los delincuentes.

En el lugar se hallaron dos armas y el cuerpo de Aguilar, quien fue llevado por una ambulancia al hospital Central, donde murió poco después.

Como aún no se cumple un mes de este hecho -al igual que en los otros dos casos-, la causa se encuentra bajo secreto de sumario.

En una casa

Jorge Araujo también murió de un disparo en la cabeza, aunque a él le pegaron detrás de la oreja. Junto con cuatro o cinco cómplices más, entró a la casa de una familia de Bermejo.

Los sujetos aprovecharon que llegaba a la casa la hija de los dueños de la vivienda y la redujeron. Luego entraron. El padre de la mujer se percató de la situación y antes de que los ladrones lo pudieron reducir fue y buscó un revólver calibre 22 que guardaba en la habitación.

En el momento en que lo encontró, Araujo entraba a la pieza y la víctima le disparó. El joven quedó muerto debajo del umbral mientras sus cómplices amenazaban al resto de la familia y buscaban dinero. En total se llevaron cerca de 15 mil pesos. Cuando se escaparon, las víctimas del robo alcanzaron a cerrar la puerta. En ese momento, los ladrones se dieron cuenta de que faltaba uno de sus cómplices por lo que volvieron a la vivienda y rompieron la puerta a patadas. Pero como la familia ya había llamado a la Policía, decidieron irse. Ninguno de los sujetos fue detenido.

El caso quedó enmarcado en un hecho de legítima defensa.

Dos días después

El hecho más reciente es el de Javier Mendoza, quien fue ultimado por un policía de civil que en la madrugada del domingo pasado caminaba junto con su esposa (está embarazada) por calle Sarmiento de Las Heras.

En un momento determinado, dos motochorros se pararon cerca de ellos y del rodado bajó Mendoza, que los amenazó con un arma. Según la familia del joven, "se trataba de un juguete, de una réplica", aunque esto fue desmentido categóricamente por los peritos.

A las víctimas del robo les llevaron billetera y un celular. Fuentes de la investigación dijeron que en un momento el joven de 16 años intentó gatillar (lo que echa por tierra la versión familiar de que el arma era una réplica) mientras volvía a la moto. El chico llegó a subirse pero se cayó debido a los balazos que recibió. Debajo de él quedó su arma.

Su cómplice fue detenido en el hospital cuando se presentó por una lesión lumbar pero se ha descartado que haya sido producida por un disparo.

Los puntos en común de estos casos

Los tres están en manos de la fiscal Claudia Ríos. 

Los fallecidos son jóvenes: tienen entre 16 y 24 años. 

Dos de los atracos ocurrieron en Guaymallén mientras que el último fue en Las Heras.

En el caso de los civiles, se los procesó pero a la vez (inmediatamente) se les dio el recupero de la libertad ya que se supone que actuaron en legítima defensa.

En cuanto al caso de Mendoza, aún la causa figura como averiguación de muerte ya que no están los resultados de la necropsia, que permitirán determinar el número de disparos que recibió la víctima, como así también la trayectoria que hicieron los proyectiles. De todas maneras, el policía no está imputado.

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