La ciudad histórica de Yedá (Arabia Saudita), la fábrica Van Nelle en Rotterdam (Holanda) y la hilandería de seda de Tomioka en Gunma (Japón) fueron inscritos ayer en el patrimonio mundial de la Humanidad.
“Yedá fue a partir del siglo VII uno de los puertos más importantes de las rutas comerciales del Índico. Aquí llegaban las mercancías con destino a La Meca”, anunció la Unesco; que concedió la distinción a pesar de la degradación que ha sufrido su tejido urbano en los últimos 50 años.
Los 21 miembros del Comité declararon “patrimonio mundial” a la fábrica Van Nelle (1920), “uno de los estandartes de la arquitectura industrial del siglo XX” y a la hilandería Tomioka (1872), como testimonio “de la entrada del país en el mundo moderno industrializado”.