La última semana de febrero son los finales de las sesiones extraordinarias del Congreso, dado que hoy domingo 1 de marzo se inician las ordinarias. La intención del oficialismo ha sido usarlas productivamente.
El Senado logró la sanción de la llamada “ley de góndolas” que ya tenía media sanción de Diputados y que busca reducir la inflación. También aprobó, en Diputados, el tratamiento en Comisión de la reforma jubilatoria del Poder Judicial y luego en el recinto donde se requiere mayoría simple. Si bien el macrismo y sus aliados no la votaron, tampoco lo hicieron sus aliados: el bloque de Lavagna y parcialmente Unidad y Federalismo.
El oficialismo logró el quorum, recurriendo a la polémica presencia del diputado Daniel Scioli, quien ya recibió el Placet para ocupar la Embajada en Brasil. La oposición sostuvo que este quorum no era legal. Por esta razón, se retiró del recinto y anunció que iba a recurrir a la Justicia. La aprobación fue muy ajustada: 128 votos a favor con 2 abstenciones, cuando se necesitan 129 para el quorum.
Se trata de un proyecto clave para el gobierno. Es que el cambio del régimen jubilatorio del Poder Judicial, de acuerdo a estimaciones de la Asociación de Magistrados, provocaría la renuncia de centenares de jueces y fiscales.
Cabe recordar que para el acuerdo de los jueces -como para los embajadores y los ascensos militares- hace falta la aprobación de dos tercios de la Cámara alta. Sobre 72 senadores, el oficialismo se encuentra a sólo 5 bancas de los dos tercios. Sectores de la oposición denuncian que se trata de una maniobra para someter al Poder Judicial. Ya se han producido decenas de renuncias, pero la Corte Suprema hasta ahora asume una posición de neutralidad.
El gobierno ahora busca que el Senado dé el Acuerdo para la designación de la Defensora del Niño, que también requiere los dos tercios del Senado.
El 1 de marzo, el Presidente lee el mensaje de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso ante la Asamblea Legislativa, justo al cumplir 80 días en el cargo, sólo a diez días de cumplir los tres meses de gobierno. Sería una combinación de breve balance del corto período de gobierno y de propósitos y objetivos. El discurso tendría cuatro ejes: deuda externa, que sin lugar a dudas es la prioridad del Presidente en los primeros meses de su gestión, asumiendo que sin resolverla no hay posibilidad de encauzar la economía; justicia, explicando el proyecto para reformar su régimen jubilatorio y rechazar las críticas a sus supuestas segundas intenciones; aborto, defendiendo el proyecto que el Ejecutivo enviará al Congreso en las próximas semanas, para legalizarlo, -encuestas muestran que la sociedad está dividida por mitades- de acuerdo al reclamo del sector “verde”; y jubilados, argumentando que el aumento de suma fija es para redistribuir a favor de quienes cobran menos. (Los amparos contra este aumento ya superan los 10.000 y seguirán aumentando).
En la Asamblea Legislativa se mostrarán juntos Presidente y Vice. Pocos días antes, el 27 de febrero, en Rosario, el Presidente presidió el acto conmemorativo del 208 aniversario de que fuera izada por primera vez la bandera argentina. Se enmarca en los actos que este año se realizarán para recordar el 250 aniversario del nacimiento de Manuel Belgrano y el Bicentenario de su fallecimiento.
Respecto de las diferencias entre Alberto y Cristina existen, pero en los próximos días quedarán en segundo plano.
Se registran tensiones en diversos ámbitos y sectores, que el gobierno debe atender, aunque la buena predisposición que todo gobierno tiene en sus primeros meses, las atenúa. Un nuevo aumento de las retenciones a las exportaciones de soja, ha llevado a productores a proponer avanzar hacia un paro. El ministro de Agricultura se reunió esta semana con la Comisión de Enlace de las entidades del campo para evitar la medida de fuerza, pero productores de base ya han convocado protestas para el 2 de marzo.
El tema del aborto recrea la profunda división que genera en la sociedad. La semana pasada, se inició la movilización de los “verdes” con un “pañuelazo” y el 28 de febrero comenzó la del sector “celeste” con un acto frente a la Facultad de Derecho de Buenos Aires y continuará el 8 de marzo con una Misa en Luján, a la que asistirán representantes de otros cultos, además de los católicos.
Los sindicatos peronistas y los movimientos sociales de esta orientación se mantienen alineados con el gobierno.
Pero el problema de la seguridad pública es un riesgo para el gobierno. En la zona sur y oeste del Gran Buenos Aires -donde hay mayores niveles de pobreza- las movilizaciones reclamando más acción de la Justicia y la policía son crecientes. El gobierno se debate entre la política “garantista” de la ministra de Seguridad Nacional (Frederic) y la de “mano dura” del ministro de Seguridad Bonaerense (Berni).
En política exterior, el Presidente busca afianzar el apoyo de EEUU para la renegociación de la deuda y su ausencia en la asunción del nuevo Presidente del Uruguay genera más de un suspicacia.
El embajador de Argentina en los EEUU (Argüello) se reunió con el secretario de Estado (Pompeo) para reiterar el pedido de apoyo y avanzar en un posible encuentro Trump-Fernández. Sin rechazo ni compromisos, el embajador recibió los tres pedidos de Washington para Argentina: el apoyo a las posiciones del Grupo de Lima respecto de Venezuela; que no se colabore con el candidato de Evo Morales (Arce) en las próximas elecciones de Bolivia y que se respalde la reelección del secretario general de la OEA (Almagro).
La ausencia del Presidente argentino en la asunción de su colega uruguayo con el argumento que no podía asistir porque ese día tenía que leer el discurso ante la Asamblea Legislativa, no es consistente porque un breve vuelo al mediodía lo ponía en Montevideo. Su canciller había acordado el primer encuentro entre los presidentes de Argentina y Brasil en la capital uruguaya pero, al día siguiente de haberlo hecho, el Presidente argentino la suspendió.
El Mercosur se encuentra en un momento de tensión. Brasil, Paraguay y el nuevo gobierno de Uruguay se inclinan por su flexibilización bajando aranceles para poder avanzar en diversos acuerdos de libre comercio y acelerar la negociación con la UE.
Además, la actitud del Reino Unido tras el Brexit de buscar acuerdos con países del grupo regional, ya sea grupal o bilateralmente, introduce la cuestión Malvinas entre Argentina y sus vecinos.
Mientras que a la asunción del Presidente uruguayo concurren los presidentes de Brasil, Chile, Colombia y Paraguay y el Rey de España, a la del Presidente argentino sólo lo hicieron los de Cuba, Uruguay y Paraguay.
En conclusión: el Presidente habla por primera vez ante la Asamblea Legislativa y se apresta a cumplir los tres meses de gobierno en un contexto complejo tanto en lo político como en lo económico, que lo obligarán a definiciones en las próximas semanas.