Conforme los hermanos fueron creciendo, su afición por los muñecos de nieve se hizo más ambiciosa hasta llegar a construir increíbles esculturas de casi 4 metros de altura.
Los chicos comienzan amontonando la nive en una gran montaña, para luego ir esculpiendo cuidadosamente sus creaciones a lo largo de varias semanas.
A pesar de que su trabajo dependa de la nieve que cae, durante los últimos cuatro años, han conseguido crear espectaculares esculturas de nieve que se han convertido en un autentico fenómeno viral y en las que han invertido más de 300 horas de trabajo.
"La idea surgió durante unas vacaciones en Dlorida, cuando atrapé a un pez globo. Al regresar a casa decidimos recrearlo en la nieve." comenta Austin Bartz.
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