No hay mejor lugar para estar y disfrutar que el propio hogar, aunque los adultos mayores sean un grupo proclive a sufrir accidentes domésticos. Según un informe de profesionales de la Universidad de Harvard, entre el 30% y el 40% de las personas mayores de 65 años que viven en sus casas se cae cada año y la proporción aumenta con la edad, llegando al 50% en los mayores de 80 años, según informó clarín.
Desde la Organización Mundial de la Salud señalaron que las caídas son la segunda causa mundial de muerte por lesiones accidentales y destacó que "los ancianos son quienes corren mayor riesgo de muerte o lesión grave" a causa de ellas.
El doctor Miguel Ángel Acanfora, especialista en gerontología, geriatría y rehabilitación, explicó que los adultos mayores de 65 años son más propensos a caerse por "la debilidad muscular, ya que esta ocasiona problemas cuando la persona anciana debe cambiar de posición o realizar una transferencia, como pasar de estar acostado a sentado".
Por otra parte, el profesional indicó que hay otros factores como "el retardo en la repuesta de los reflejos y las dificultades visuales o bien de equilibrio que se pueden producir con la edad". Cuando existen patologías o enfermedades como la artrosis, el Parkinson o las secuelas de los accidentes cerebrovasculares, el panorama empeora.
Además, el experto aconsejó: "Se deben evitar todas las barreras arquitectónicas que dificultan el traslado, quitar alfombras sueltas, tipo felpudos; evitar cables de electricidad sueltos por el piso y desniveles como escalones. Además, los ambientes deben estar bien iluminados y despejados, con pocos objetos de decoración".
Ahora bien, una vez que la caída ocurrió es importante saber cómo actuar para evitar consecuencias peores. "La persona debe aguardar a conocer su integridad, antes de intentar ponerse de pie. Movilizar sus articulaciones para corroborar que tiene fracturas es el primer paso", indica Ferretti.
Y si la persona está mareada es preferible a que espere que alguien con la suficiente fuerza física la asista; por eso mismo, cada vez más adultos mayores llevan el teléfono inalámbrico o celular encima cuando se trasladan en su propio hogar.