Tres copas

Tendencias importadas como el after office, el regreso de los aperitivos y la moda de comer con tragos están instaladas en Mendoza. Coctelería de autor, clásicos perpetuos y nuevas técnicas se animan a dar batalla en los bares de la tierra del vino.

Tres copas
Tres copas

Que somos gente de vino es una verdad indiscutible. Que somos cerveceros de las siete y media de la tarde es algo de lo que también se nos puede acusar.

La sorpresa que guardamos –y llegó la hora de hacer alarde– es que también tenemos con qué salir a dar batalla en el ámbito de los cócteles. Costumbres que llegaron a Buenos Aires desde Estados Unidos y Europa, como cenar con tragos o la reivindicación del vermú, ya forman parte de la cultura de nuestro país.

El after office los días de semana es una oportunidad para disfrutar de un trago rico compartido con amigos y dejando de lado la resaca demodé. La tendencia es darse un gusto que bien valga la pena, con cócteles poco alcohólicos y con mucho sabor, bebidas buenas y combinaciones que sorprenden.

Tres barras de Mendoza rescatan la coctelería clásica del mundo y la reinventan en nuevas versiones de autor donde despliegan toda su creatividad. Eligen trabajar con materia prima de la mejor calidad y se inclinan por frutas, hierbas y pulpas naturales. Honran los clásicos y, con manos maestras y mucha paciencia, orientan a su público por caminos de nuevos sabores y aromas. Y como lo que más les piden –coinciden- es mojito, lo parafrasean con astucia y encanto. Nuestro tres de copas bajo la manga es el mapa de Mendoza en sus mejores barras.

De culto: Cachita's

Se hizo conocido como el bar donde beben “los que entienden”. Un lugar chico, camuflado en medio del circuito turístico de restaurantes del centro que abrió hace dos años, trascendió de boca en boca gracias a las cualidades de lo que sabe hacer.

Del otro lado de la barra, Marcelo Yepez, el ecuatoriano que co creó la carta de 55 tragos y la mayoría de sus recetas, deposita con pasión en cada vaso que despacha, los pasos que ha dado por el mundo. La carta parte de la coctelería clásica internacional y tiene sus variantes, pero los cócteles de la casa se basan en recetas exclusivas, suyas o provenientes de viajes por bares y barras.

La base de todos los tragos es de etiquetas importadas y los insumos son artesanales y frescos. Al pedido de mojito, Marcelo retruca recomendando un Old Cuban: “Es de un amigo bartender cubano que me pasó la receta” (ron añejo siete años, menta fresca, jugo de lima, bitter angostura, almíbar y espumante, servido en una copa de margarita), o un Negrón (ron, albahaca, miel de abejas, jugo de lima y soda). A los audaces, los invita a probar el Singapur Sling (gin Befeeter, jugo de lima, angostura, cherry brandy, granadina, triple sec y jugo de ananá). Y para las chicas, recomienda el Bonnie Prince Charly (ananá, menta fresca, Drambuie, bitter angostura y soda) o el Lady Killer (Bayleys o Amarula, pulpa de frutilla y jugo de durazno).

Los ortodoxos y fundamentalistas del aperitivo, coincidirán en que Cachita’s es el lugar indicado para tomarse un Negroni, o sus variantes, como el Negroni Sbagliato (Campari, vermouth rosso y espumante en lugar de gin), Aperol Spritz -el trago más consumido en Europa- o su propia versión del Cynar Julep (jugo de pomelo, angostura, menta, jugo de lima, azúcar impalpable, Cynar y soda).

Los precios de los cócteles parten de $ 60 y llegan a $ 80 los especiales de recetas exclusivas.

Si bien su público inicial fue de turistas, hoy es uno de los elegidos por los mendocinos que ponderan la calidad en el producto y sus técnicas. La carta de comidas estilo fast food americano de primera calidad es original y canchera, y las favoritas indiscutidas son las hamburguesas. Una cheese burger ronda los $ 65 y sale con papas caseras.

Dirección: Sarmiento 784 esquina Belgrano

Horarios: Martes a Sábados de 19 a 2.

Happy Hour todos los días de 19 a 21: 2 x 1 en todos los cócteles, exceptuando los especiales.

PH, donde va Mendoza

Es el órgano vital del circuito nocturno de la ciudad y la vereda más concurrida de la Avenida Arístides Villanueva en invierno y verano. El público está compuesto en un 90% por mendocinos, y ellos son quienes traen a los turistas. La barra hoy cuenta con más de 600 etiquetas, todas importadas. Whisky, scotchs, maltas, blends “y algunas perlitas como el Yamazaki, un whisky single malt estilo escocés pero elaborado en Japón”, cuenta orgulloso Fausto Manrique, uno de los propietarios del bar, que también se dio el lujo de abrir en el PH una botella vintage de Cutty Shark, el blend escocés ícono de los años ’70.

En cuanto a coctelería, propone lo que se toma en el mundo, con sus recetas reversionadas. Elige trabajar con poca azúcar, evitar las latas y apostar a los insumos frescos. Caipirinhas tradicionales o Martirihnas de frutillas (base de limón macerado con azúcar, pero con Martini y jugo de naranjas).

Con buenas ideas y siguiendo las tendencias internacionales, acompañan el favoritismo que su clientela tiene por los mojitos del lugar con propuestas que aggiornan el clásico cubano. Hay versiones chic con maracuyá y otras que se acoplan con elegancia a la vuelta rotunda de los aperitivos en los Julep servidos en tacitas metálicas, como originalmente se servía el mojito. Con esta base, se despliegan tres variantes: Julep Cynar (con menta, Cynar y jugo de pomelo), Julep England (más parecido a un Gin Tónic) y el más pedido, Julep Milano (con Martini bitter y frutos rojos).

Entre sus nuevas propuestas, aparecen las Jarritas para compartir entre cuatro personas: Summer 69 (Martini bianco, tónica, jugo de lima, albahaca) $ 120 y Clericó Vendimia (gin, espumante rosado, almíbar de pomelo y flores) $ 140.

Actualmente PH está poniendo en marcha sus dos aventuras más recientes. Por un lado, las infusiones propias: de un vodka macerado con apio nace un Bloody Mary con un plus en sabor y en mimo en la técnica (sumado al puro jugo de tomate fresco que preparan con su juguera centrífuga).

Del mismo modo, están incursionando en sus propios ahumados de canela, chips de roble o tabaco, que engalanan, por ejemplo, un Old Fashioned. Lo que se viene: Gin Tea, hebras de té para elegir e infusionar con ellas el gin. Toda una promesa.
Los precios de los tragos van de $ 45 a $ 60.

La carta de comidas estilo fusión incluye platos clásicos de carnes, pollos o pescados con acompañamientos gourmet (como un puré con wasabi), parten de los $ 100, hasta picoteos más simples con pinchos, papas fritas y sus versiones y las imbatibles rabas con guacamole, que desde que aparecieron en la nueva carta son las más pedidas ($ 70).

Dirección: Arístides Villanueva 282.

Horarios: Lunes a Domingo desde las 20 al cierre.

Happy Hour de 20 a 21 tragos 2 x $ 60.

Pizza + tragos de autor en Zitto Arístides

La sorpresa de encontrar una barra imponente en un ¡pizzería! viene con yapa: detrás de esa barra se encuentra nada menos que Inés De Los Santos. No físicamente, claro, pero fue la reconocida bartender quien diseñó la carta de 25 tragos y sus recetas. Sabry Rodríguez, jefa de barra,  se capacitó con Inés en el 878 de Buenos Aires, una de las barras favoritas de los entendidos, y hoy está al frente de la novedad del circuito Arístides.

De Los Santos pensó una propuesta que parte de almíbares saborizados propios e ingredientes regionales para versionar cócteles clásicos a la manera de Mendoza. Una huerta en el patio trasero del local provee hierbas frescas para los tragos.

El local es nuevo, abrió sus puertas el 1 de octubre del 2013, y hoy la barra –que marca su protagonismo desde lo visual- ostenta un orgulloso balance: el mojito le gana a la cerveza, un dato que no es menor en una pizzería. Además del clásico, tienen su propia versión: el Mojito Burrito, con almíbar de cedrón, ron añejo y ron gold y burro de su cultivo, en lugar de menta.

Desde el bar impulsan la tendencia de comer con tragos con promociones de aperitivos para acompañar las pizzas y novedades como Los Andes Michelada, un cóctel con base de cerveza Andes y jugo de limón, cilantro, almíbar de cilantro en un vaso coronado con miel y sal. La versión mexicana suma unas gotas de tabasco (ronda los $ 40 pero sale en vaso de 400 cc). 

El trago de la casa tiene base de Príncipe de los Apóstoles, el gin de Tato Giovannoni (un referente que revolucionó las barras porteñas hace más de una década y hoy tiene hasta su marca de tónica Pulpo Blanco) con insumos locales: el Matecito Tereré (con almíbar de mate cocido y jugo de mandarinas o naranjas, según la estación).

Lo nuevo: el Clericó de maracuyá, que sale en jarrita de vino de 750 cc con vino rosado, pulpa de maracuyá, almíbar de pomelo rosado y jugo de naranja ($ 73 y es para compartir entre dos o tres personas).

Una idea diferente y arriesgada, está cosechando cada vez más adeptos en Mendoza. “Es un público abierto que se deja orientar y pide sugerencias”, cuenta satisfecha Sabrina.

Los precios de los cócteles van de los $ 50 a los $ 70. La carta de pizzas incluye clásicas y de autor con ingredientes regionales, como Hongos de Potrerillos. El rango de precios va de $ 90 a $ 170.

Dirección: Arístides Villanueva 257

Horarios: Lunes a Domingo desde las 12:30 al cierre.

Happy Hour: de 7 a 22 en aperitivos y micheladas. A partir de las 22 aparecen promociones en tragos 2 x $ 70 y 80, que presenta los tragos de la casa para que el público se anime a acompañar su pizza de un buen cóctel.

Los días de semana hay promociones en pizzas de molde o picadas, pensadas para comer en la barra.

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