Después de la restricción del subsidio social del 100% para la cobertura de los medicamentos, los jubilados tienen que afrontar una nueva contrariedad. Es que a partir de este mes muchos de ellos tendrán que cambiar los efectores de salud a los que solían concurrir porque la obra social PAMI dejó de ser recibida en tres prestadores del Gran Mendoza: el Hospital Santa Isabel de Hungría, la Sociedad Española de Socorros Mutuos y la Clínica Oftalmológica Caimari.
Por esta razón, muchos jubilados mostraron su enojo y disconformidad. En la sala de espera del Hospital Santa Isabel de Hungría, Estela Ferreyra (60) esperaba ser atendida ayer a la tarde. Pero desde un primer momento le dijeron que no la podían recibir. “Yo me operé acá el 10 de mayo y estoy dentro del postoperatorio. Traigo los resultados de la biopsia para que la vea mi médico y me dicen que no me puede atender”, contó indignada.
Relató que le dijeron que esperara hasta el 30 de junio para volver con una orden emitida por la obra social. “Necesito al médico ahora, no puedo esperar”, aseguró quien de todos modos decidió insistir para que el profesional la viera. “El problema no es tan grande para mí porque me puedo defender y reclamar mis derechos, pero para aquellas personas que están inhabilitadas es una manipulación muy grande”, remarcó molesta.
En ese mismo hospital Mario Pavéz (65) asistió a ver un familiar y se enteró de la novedad. “Tenía pensado sacar un turno para poder operarme acá porque tienen muy buena atención, pero voy a tener que buscar otro lado”, se lamentó el hombre casi resignado.
“Lo que pasa con los jubilados es muy grave, toda una vida trabajando y nadie te respeta. Si se comprometen a proveer cierto servicio en tal lugar deberían cumplirlo”, reclamó.
En la Sociedad Española se sumó a este malestar la restricción en la cobertura de remedios. “Estoy muy enojada con el PAMI porque nos ha sacados los remedios gratuitos que ante me daban, porque cobro $ 11.000 creen que soy rica, a ver si ellos pueden vivir con esa plata”, expuso Alicia Pacho (73).
Por su parte, el titular de PAMI Mendoza, Carlos Valcarcel, explicó que en mayo la obra social cesó los contratos con todos los prestadores de segundo y tercer nivel de atención médica en todo el país e invitó a éstos a firmar un nuevo convenio con un cambio de modelo.
“El que no adhirió a este nuevo contrato fue el Hospital Santa Isabel de Hungría, que adujo inconvenientes financieros”, contó el funcionario.
Por otra parte señaló que los otros dos, la Sociedad Española de Socorros Mutuos y la Clínica Oftalmológica Caimari, fueron dados de baja por la propia obra social. “No cumplimentaron ciertos requisitos”, subrayó.
De todas formas, Valcarcel aclaró que se llegó a un acuerdo con los prestadores para no ocasionarles inconvenientes a los jubilados.
“Los pacientes internados van a continuar a cargo del PAMI, al igual que aquellos que tienen una cirugía programada o un turno”, aseguró.
En el caso de que esto no se respete, aclaró que puede tratarse de casos particulares y que tienen que dirigirse a las oficinas de PAMI para hacer el reclamo correspondiente.
Con respecto al traslado de los afiliados, el funcionario dijo que en los próximos días van a tener un nuevo prestador. “Se va a hacer la redistribución correspondiente por lo que estamos invitando a que vengan a las oficinas de PAMI”, indicó.
Y cerró: “Antes era todo para todos, ahora es todo para el que necesite y corresponda”.
Múltiple citación en el Senado provincial
A raíz del cese de los convenios de PAMI con los mencionados efectores, el senador Gustavo Arenas (PJ) presentó ayer un proyecto de resolución en la Legislatura para citar a Carlos Valcarcel, director de la obra social en Mendoza, Claudia Najul, ministra de Salud, y a los directivos de las clínicas involucradas -el hospital Santa Isabel de Hungría y la Sociedad Española de Socorros Mutuos- para analizar en ese ámbito lo que cataloga como una “alarmante problemática”.
La iniciativa del legislador sería tratada en la sesión de hoy. Arenas aseguró que “se trata de otra de las despiadadas medidas de ajuste a las que quieren acostumbrarnos los gobiernos tanto nacional como provincial”. Además, remarcó que resulta un “nuevo atropello” porque se trató de una medida sorpresiva para los afiliados “ya que se enteraron de lo ocurrido cuando asistieron a las clínicas”.
