"Infierno al volante 3D" (2011).
En esta película encarna a un padre que persigue al líder de un culto satánico, tratando de rescatar a su nieto y de vengar a su hija que fue asesinada. Patrick Lussier es el director y el filme tiene una gran factura técnica en 3D, resultado de las habilidades de este hombre que también comandó las imágenes en otro apreciable producto visual, "Sangriento San Valentín 3D". Fue una película de taquilla modesta: 10 millones de dólares en los Estados Unidos y 18 millones en el resto del mundo.
"Ghost Rider: espíritu de venganza" (2011)
Aquí vuelve a ser el motociclista furioso que lucha contra las fuerzas del diablo, las que intentan tomar forma humana en Europa del Este. Todo comenzó en 2007 cuando este ex doble de riesgo hizo un pacto con Lucifer para comprar la salud de su padre agonizante, resultando luego traicionado, y debiendo pagar con una vida de actos de servidumbre y de enfrentamientos con la oscuridad.
Fue una película presupuestariamente mucho menos ambiciosa que la primera. Costó la mitad, unos 60 millones de dólares, y recaudó 132 millones a nivel mundial, contra los 115 y 228 respectivamente de su antecesora.
"Un maldito policía en Nueva Orleans" (2010)
Cage una vez más encarna a un policía, que en esta ocasión lucha contra la droga y el juego dentro y fuera de su vida privada, a la vez que investiga el asesinato de seis senegaleses, en el ambiente de una Nueva Orleans que ya fue destruida por el huracán Katrina.
Dato aparte es que el director de este film es el alemán Werner Herzog, un hombre ajeno a la industria de Hollywood, pero seguramente atraído por el mito alrededor de Abel Ferrara y su película "Un maldito policía" (1992), de la que ésta es una más que interesante remake.