Cheyenne, Tirano y Trueno son caballos mestizos de entre 3 y 5 años que pasaban sus días en una asociación protectora de Maipú. De allí desaparecieron el martes por la madrugada, pese a haber estado debidamente amarrados en un predio alambrado que además es custodiado por un casero. Sus cuidadores piden que "les den respuestas, ya sea que estén muertos o vivos".
El robo fue descubierto el martes a las 8 de la mañana, cuando Natalia Camisay y una compañera llegaron al predio ubicado en calle Las Heras de Beltrán, donde está la Asociación Protectora de Caballos de Mendoza (APCM). "Apenas llegamos me pregunté dónde habían dejado a Cheyenne, Tirano y Trueno porque no los veía. Cuando los busqué con la mirada, las sogas estaban vacías", dice Natalia.
Basados en los testimonios de vecinos del lugar, se ha podido establecer que el robo se produjo cerca de las 2.30, hora en la que se escuchó ladrar a los perros del predio. Lo llamativo es que, al menos el lugar donde estaba Cheyenne, estaba muy bien iluminado y a pocos metros del sitio donde descansaba el casero, que no ha podido aportar ningún dato a la causa. A los caballos los hicieron cruzar los alambrados del cierre perimetral y luego desaparecieron.
Un integrante de la asociación y luego la Policía Rural establecieron el camino que hicieron los ladrones. "Los sacaron caminando. Los sujetos fueron en moto y atravesaron 3 mil metros con los caballos detrás. Después, en Beltrán Norte los subieron a un trailer. Muchos vecinos de esa zona los vieron a las 4.30", siguió Natalia.
Pese a la denuncia, los animales de momento no han sido encontrados, lo que aumenta la angustia de los integrantes de la APCM. "Queremos respuestas. Ya sea que nos digan que los encontraron muertos o que ubicaron el lugar donde los esconden", pidieron.
Caballos con pasado difícil
La asociación es sin fines de lucro (integrada por voluntarios) y se mantiene con aportes voluntarios y cuota de socios (ver recuadro aparte).
Es un corral del Estado a donde van a parar animales judicializados: los que se secuestró a carreteleros, los que son hallados en las rutas o aquellos que brillaban en los hipódromos y ahora, por su edad o deficiencias físicas, sus dueños ya no quieren.
También están allí aquellos que han sido robados de algún establo y luego recuperados por la Policía. Se quedan en ese sitio al menos hasta que sus dueños hacen los papeles para recuperarlos.
Uno de los tres caballos robados fue secuestrado justamente a un carretelero, por lo que las sospechan apuntan, entre otras que se plantean, a que el dueño haya decidido recuperarlo de manera ilegal. Aunque también se teme que hayan sido robados para vender su carne.
Fuentes allegadas a la causa aseguraron que hay un mercado ilegal grande detrás del robo de este tipo de animales: se los faena por el cuero y por su carne, que además de para consumo personal, se usa para hacer alimento balanceado para perros. Incluso algunos van a parar a Córdoba, donde también son faenados.
Tras el robo, los miembros de APCM decidieron mudarse a otro sitio. El lugar, que era prestado por un particular, ya no es seguro. Mientras hacen la mudanza, no pierden las esperanzas de que Cheyenne, Tirano y Trueno sean recuperados vuelvan a habitar sus establos.
Para ayudar
La Asociación Protectora de Caballos de Mendoza tiene en guarda 43 caballos judicializados. Se mantienen mediante remates de animales -algunos se los queda la misma protectora-, de sorteos, bingos, donaciones y del aporte de socios que pagan 100 pesos de inscripción y 50 de cuota mensual. Al nuevo predio en el que se van a instalar, los aportantes podrán ir a pasar un día de campo.
Para comunicarse se puede hacer buscando en Facebook "APCM".