Trece disparos a metros del Congreso: un muerto y un diputado grave

Detuvieron a un familiar de los dos acusados del ataque, que anoche estaban prófugos. Se desconoce la causa del crimen.

Trece disparos a metros del Congreso: un muerto y un diputado grave
Trece disparos a metros del Congreso: un muerto y un diputado grave

Un Volkswagen Vento gris se estaciona detrás de un micro sobre la Avenida de Mayo, justo en la curva donde la histórica calle de la Ciudad de Buenos Aires se une con la avenida Rivadavia. Son las 6:20 y las luces que iluminan las plazas aledañas al Congreso de la Nación están encendidas. La neurálgica zona aún tiene poco tránsito.

Treinta minutos después, el desenlace fatal: un semáforo en verde, dos personas que caminan en sentido contrario al tránsito -como para la avenida 9 de Julio-, un fogonazo que sale del Vento gris y ambos transeúntes que se desploman al suelo.

Más tarde se conocería que las dos personas eran el diputado nacional riojano Héctor Olivares y su amigo de la infancia Miguel Marcelo Yadón, coordinador de Obras del Fondo Fiduciario del Transporte Eléctrico Federal desde noviembre de 2017. Solían hacer ese recorrido juntos con asiduidad, por prescripción médica: Olivares tiene diabetes y le habían aconsejado que realizara caminatas diarias.


    Héctor Olivares, herido grave.
Héctor Olivares, herido grave.

Fueron 13 las detonaciones, confirmaron fuentes policiales a este medio. Una de las 6.000 cámaras de seguridad del Centro de Monitoreo Urbano del Gobierno porteño registró la escena sin audio: tras el fogonazo de un arma, el diputado se agarra el abdomen y trata de incorporarse. Yadón está tendido en el piso, inmóvil.

El conductor del Vento patente LYS 656, que luego fue identificado como Juan Jesús Fernández -monotributista, 42 años, con cuatro armas registradas en su poder (una de ellas calibre .40) pero con los permisos vencidos desde 2006- contemplaba la escena del ataque mientras que otro auto blanco seguía su marcha por la avenida. Nadie se acercó de inmediato.

El semáforo se pone en rojo. Olivares levanta la mano para pedir ayuda mientras que el conductor del automóvil vuelve a abrir la puerta y por allí sale un joven que cruza directamente la avenida. Más tarde peritos de la unidad Homicidios de la Policía Federal hallaron balas y vainas en un techo de basura que fueron descartados por el sujeto. Olivares se sienta en la acera e intercambia palabras con un ciclista curioso que, en cuestión de segundos, sale despavorido tras la presencia policía en el lugar.

Olivares se recuesta en la vereda con los pies sobre el asfalto de la calle. El semáforo se pone verde, el Vento da marcha atrás y se va lento por Avenida de Mayo. Ambos sujetos seguían prófugos al cierre de esta edición. 

La hipótesis

Yarón y Olivares fueron trasladados de urgencia al Hospital Ramos Mejía. El diputado continuaba anoche "muy grave" en terapia intensiva, luego de recibir tres impactos de bala, uno en el tórax. Yadón, en tanto, recibió cinco y murió en el hospital, según precisó por la mañana Alberto Crescenti, director del Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME).

Tras el ataque, todo el arco político nacional se solidarizó con las familias del legislador y el funcionario del Fondo Fiduciario. Hasta los grandes medios del mundo se hicieron eco de la noticia.

Es que no es la primera vez que sucede un hecho así en la Argentina y que tiene como protagonistas a dirigentes políticos: en 2013, cuatro encapuchados dispararon 10 tiros contra la casa del exgobernador de Santa Fe Antonio Bonfatti y en 2016, el senador bonaerense del Frente Renovador José Luis Pallares llegó a su casa en Lanús, Buenos Aires, y encontró tres disparos en la puerta. Estos dos hechos fueron ataques mafiosos.

En conferencia de prensa, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, afirmó que la principal hipótesis que se maneja es que el objetivo del ataque era Yadón, ya que sus asesinos se bajaron del vehículo tras efectuar los disparos y tuvieron la oportunidad de rematar a Olivares, pero no lo hicieron. En tanto, Diego Santilli, vicejefe de gobierno y ministro de Seguridad porteño, confirmó que el arma utilizada era calibre 40.

Asimismo, fuentes policiales consultadas dijeron que “no se puede saber, por ahora, si el ataque estuvo vinculado a un tema público o fue por cuestiones privadas. Creemos que difícilmente se haya tratado del accionar de un sicario: el asesino contratado, por lo general, actúa encapuchado, cubriéndose, y una vez que comete el crimen, rápidamente deja la escena”.

El auto

Tres horas demoraron las fuerzas de seguridad en encontrar el auto gris en el que se trasladaron los dos acusados. Lo hallaron en un estacionamiento subterráneo de la calle Bartolomé Mitre al 1.444, a sólo cuatro cuadras del lugar del crimen, alertados por un llamado al 911 de un anónimo que había dejado su coche en el lugar y observó a las 11:00 de la mañana que había estacionado al lado de un Vento gris como el que era buscado.

La persona encargada del estacionamiento precisó a este medio que “el dueño del auto tiene un abono mensual” y dio a entender que las dos personas que dejaron el vehículo “estaban alcoholizadas”.

Más tarde fuentes policiales informaron que el Vento gris cuenta con varias multas y está registrado a nombre de Fernández.

Un detenido

Alrededor de las 16:00, efectivos de Policía Federal y de la Ciudad detuvieron a Rafael de la Santísima Trinidad Cano Carmona, una de las tres personas que eran intensamente buscadas porque tiene una cédula azul para manejar el vehículo. El hombre tiene 50 años, es ex monotributista y transportista con domicilios en Santa Fe y en Capital Federal.

Los investigadores del caso presumen que hubo un trabajo de indagación previo para llevar a cabo el hecho. La causa, a cargo de la fiscal Estela Gloria Andrades, titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 40, está bajo secreto de sumario. Fernández y el segundo sujeto, que podría ser su hijo, eran intensamente buscados.

Diputados citaron al ministro de Seguridad porteño 

Nunca en la historia argentina los líderes de la Cámara de Diputados tuvieron que reunirse de urgencia, como este jueves, para pronunciarse sobre el ataque a balazos a un compañero suyo.

Fue a las 3 de la tarde, en el salón Delia Parodi del Congreso, donde 22 diputados nacionales expresaron su repudio por el atentado al radical Héctor Olivares y a su asesor Miguel Yadón, finalmente fallecido.

Además, preocupados por la seguridad en la zona del Congreso, solicitaron para la semana próxima una reunión con el ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Diego Santilli. 

Los 257 diputados no tienen custodia personal, excepto el presidente de la Cámara y algunos como Elisa Carrió, pero sólo por circunstancias judiciales.

La mayoría de los que provienen del interior alquilan departamentos ubicados en las cercanías del Congreso, para poder estar cerca de su lugar de trabajo.

Es el caso de Olivares, que compartía el departamento con Yadón y por ello, como actividad física diaria, salía a caminar muy temprano en la mañana por la plaza del Congreso.

Por eso, para los diputados el episodio debe ser leído como un ataque "en la zona de la casa de Olivares" y no "a una cuadra del Congreso". Aunque on the record los diputados optan por la cautela y afirman que la Justicia debe determinar el móvil del atentado, off the record se inclinan por la hipótesis de una agresión personal a Yadón, por la cual resultó herido de gravedad el diputado Olivares, sin que tuviera nada que ver.

Es decir, descartan que haya sido un ataque de corte político, con la participación de mafias, como había sugerido horas antes la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich. También que haya sido un hecho de inseguridad, porque los atacantes dispararon y se fueron sin robar nada.

Sin embargo, los diputados pidieron reunirse con Santilli sobre la seguridad en la zona del Congreso.

Quién era Yadón, el hombre asesinado

Miguel Marcelo Yadón, el hombre asesinado de 58 años, era coordinador de Obras del Fondo Fiduciario del Transporte Eléctrico Federal desde noviembre de 2017. Y la principal hipótesis que la Policía Federal manejaba horas después del crimen indicaba que el buscado por los asesinos era él.


    Miguel Yadón, muerto.
Miguel Yadón, muerto.

Yadón era amigo de Olivares desde que fueron compañeros en la escuela secundaria en La Rioja. Cuando coincidían en Buenos Aires compartían un departamento ubicado a dos cuadras del Congreso de la Nación donde el diputado ejerce las funcionas de su banca.

Por su parte, el riojano Héctor Olivares es ingeniero agrónomo y tiene 61 años. Conduce la Comisión de Transporte- por la UCR- y fue electo diputado nacional en 2015 (tiene mandato hasta diciembre próximo). Además, preside el comité radical de La Rioja.

Fue quien presentó (con el patrocinio de Ricardo Gil Lavedra y Mariano Genovesi) el amparo que frenó la re-reelección del gobernador Sergio Casas. 

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